En su comunicado, la Arquidiócesis de Xalapa señala que la crisis en la relación con el Gobierno de Estados Unidos es delicada, grave y preocupante, pues no se ve ninguna señal de que el Gobierno de ese país cambie su decisión de cerrarle las puertas a los mexicanos y sus promesas de campaña ya las está poniendo en acción.
Agrega que las recientes órdenes firmadas por Donald Trump en materia migratoria hacen mas difícil el panorama, “El Presidente de Estado Unidos firmó dos órdenes ejecutivas, una para iniciar la construcción del muro fronterizo y la orden de intensificar la deportación de inmigrantes irregulares. Se sigue insistiendo que el muro será pagado por los mexicanos; en el caso de la deportación de los migrantes irregulares, se perciben conductas xenofóbicas, discriminatorias y homofóbicas” y resalta que antes de haber levantado el muro de ladrillos, ya se ha levantado uno en el corazón.
La Iglesia Católica, en su comunicado dominical reconoce el derecho que el gobierno de ese país tiene de cuidar sus fronteras, pero no así endureciendo y exagerando sus leyes, pues con ellas solo se crea alarma entre los inmigrantes y desintegración en las familias.
Asimismo, destaca que los Obispos Mexicanos y de Estados Unidos han venido haciendo un trabajo conjunto desde hace muchos de 20 años para atender pastoralmente a los fieles que habitan dos países hermanados no solo por una misma fe, sino también por valores que van mas allá de las fronteras que imponen las políticas públicas.
“Ya desde este punto de vista la intención de prolongar un muro fronterizo que divida a dos países hermanos y la expulsión de los migrantes aparece como un atentado a los derechos humanos, una muestra de xenofobia y racismo.
Sobre esta situación, el Obispo Joe Vásquez, presidente del Comité de Migración de la Conferencia del Episcopado Americano y Obispo de Austin, Texas, declaró recientemente: Esta acción pondrá las vidas de inmigrantes innecesariamente en peligro.
Por lo anterior, la Iglesia exhorta a los mexicanos a fortalecer una sana autonomía y aprovechar y proyectar todo lo nuestro para no idolatrar lo de afuera no despreciar lo nuestro y fortalecer también la unidad nacional que brota de nuestra cultura, nuestra historia y los valores que hemos aprendido en familia.




