Es de todos sabido que Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu son los tres mexicanos que han conquistado Hollywood. Los tres con películas muy diferentes entre sí. Pareciera que nada tienen en común Sólo con tu pareja, Cronos o Amores perros, sin embargo los tres filmes tienen la sensibilidad y obsesión por el detalle de Brigitte Broch, directora de arte.
En el marco de la celebración de la edición 20 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés), se realizó un homenaje a la aclamada cineasta que no solo ha triunfado en México al lado de los tres amigos, sino que se ha abierto las puertas del cine internacional al trabajar para directores como Baz Luhrmann en filmes como Romeo + Juliet (1996) y Moulin Rouge (2001), éste último por el cual se unió al selecto grupo de ganadores del Oscar, en la categoría de Mejor Dirección de Arte junto a Catherine Martin.
Durante la premier mexicana de In the fade, del cineasta Fatih Akin, Broch fue reconocida por el GIFF con la entrega de la Cruz de Plata a la trayectoria nacional, en un acto en el que también recibió la Medalla de la Filmoteca Nacional en manos de Guadalupe Ferrer y recibió palabras de agradecimiento y apoyo de Diego Luna (con quien trabajó en Abel) y Alejandro González Iñárritu, a través de un videoclip: “Pensaba: paso, me dan una cosa, doy las gracias y ya, ¡pero no me esperaba esto!”, dijo conmovida en su homenaje.
El próximo 2018, Brigitte Broch cumplirá medio siglo de estancia en México. Ella tenía 24 años cuando llegó al país, tras la situación de tensión política que había en su natal Alemania, “México fue por azar y, francamente, me tardé bastantes años para aceptarlo: era demasiada distinta la cultura a la alemana, no entendía muchas cosas”, dijo en una entrevista anterior sobre el país en donde encontró su verdadera pasión, en el séptimo arte.
“Mi carrera se debe a México… voy a empezar a llorar”, expresó con alguna lágrima que escapó de sus ojos en su homenaje, y luego añadió “tengo raíces alemanas, no lo voy a negar, pero aquí me hice como persona y cineasta”, comentó en medio de una ovación por parte del público que acudió a la ceremonia en el Teatro Juárez, de la capital de Guanajuato.
Desde 1987, la alemana Brigitte Broch trabaja en el cine mexicano como diseñadora de producción, arte y decoración de películas. Ha participado de la mano de cineastas mexicanos como Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Luis Estrada y Antonio Serrano, de quienes reconoció tuvieron una gran visión desde que se iniciaron en el cine, logrando transmitir en quienes trabajan con ellos esa misma visión, logrando una unión y participación que los conduce hacia el mismo objetivo.
En una Master Class, la talentosa directora de arte compartió su experiencia en el séptimo arte y además aconsejó a los nuevos talentos sobre la disciplina y obsesión por el detalle que deben tener en sus proyectos: “Prepararse es lo que deben hacer los jóvenes, los que quieres llegar a hacer un buen diseño deben estar en medio de la vida haciendo, aprendiendo y adquiriendo cultura en general para tener de donde sacar inspiración. Leer. Y ver mucho cine con compañeros y trabajar cine aunque sea de recogedor de basura. No esperar a que algo sea gratis, todo requiere un esfuerzo y una gran perseverancia”, expresó Broch.
“Mi estilo es ser extremadamente detallista, cada película tiene su propio diseño, no se vale repetir. Cada análisis de guion y de historia tiene su propio detalle. Desde una mesa pienso en todo, si debe haber polvo, una moneda o hasta un pelo; es ser detallista para el bien de la película. Yo procuro hacer diseños en 360 grados para ayudar al actor a sentirse en un ambiente de acuerdo a su personaje, hacer un set completo ayuda enormemente para un buen actor por lo que se siente. Un set de cine no es como en la televisión en la que sólo es un pedacito”, concluyó la directora de arte.
