Redacción Versiones
Este domingo se suscitó una confrontación entre manifestantes inconformes por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y elementos de seguridad durante una manifestación en Morelia.
Los manifestantes -quienes antes habían participado en una marcha en protesta por Carlos Manzo- intentaron tomar el palacio de Gobierno. Un grupo que sí logró entrar al inmueble, provocó un incendio y destrozaron varios objetos y muebles algunos de los cuales lanzaron desde las ventanas de palacio de gobierno.
Los manifestantes se introdujeron a las oficinas, donde destruyeron cristales, mueblería y demás elementos que se encontraban en el interior de las mismas, además,realizaron pintas al interior del espacio en donde se colocaron mensajes en contra del gobernador del Estado, Alfredo Ramírez Bedolla.
El Palacio de Gobierno ya se encuentra protegido por elementos de seguridad estatal tras actos vandálicos registrados en el Centro Histórico de Morelia.
El secretario de Gobierno, Raúl Zepeda Villaseñor, señaló que se actuará conforme a derecho contra quienes resulten responsables.
Zepeda Villaseñor precisó que la administración estatal respeta la libertad de expresión y manifestación, pero no tolerará acciones violentas que afecten el orden público ni el patrimonio de la ciudadanía.
Los responsables de incitar los disturbios ya fueron identificados.
En la confrontación de granaderos con manifestantes, los uniformados arrastraron a uno de los inconformes, según videos que circularon en redes sociales.
Los gendarmes además pusieron a los inconformes «pecho tierra» y les sujetaron las manos con esposas por detrás, en la posición similar a como inmovilizan a las iguanas, lagartos, cocodrilos o animales similares.
Los granaderos lanzaron además gas lacrimógeno para neutralizar a los inconformes. Los cuerpos de seguridad también dispararon balas de goma para dispersar a las personas, en su mayoría jóvenes.
A la reportera Dalia Villegas, de Quadratín, granaderos le quitaron su teléfono celular para borrar las imágenes que había tomado y grabado. La comunicadora denunció además que por unos momentos la mantuvieron retenida, lo que consideró como una privación ilegal de la libertad.
Tras 15 minutos de mantenerla retenida, le regresaron su teléfono celular, pero éste ya tenía borradas las imágenes y videos.
Asimismo, refirió que ella es asmática, por lo que le afectó mucho el gas lacrimógeno que arrojaron los policías antimotines.
(Con información de El Sol de Michoacán y Diario ABC de Michoacán).






