Se hicieron bolas

“Tiene razón El Turco, hasta la risa
burlona se le va a borrar”
Mario Tejeda Tejeda

Arrancamos el año peor de enredados que como lo terminamos. Nos quedamos en que para el PRI efectivamente no había más que de dos sopas: o es Pepe o es Héctor, no más, pero entre que son peras y son manzanas, el rumbo de la política priista ha perdido claridad y, a diferencia de relevos anteriores, pese a las filtraciones de fin de año, el priismo local no sabe con quién van a participar como candidato a Gobernador.
Y mientras esto sucede en el PRI, donde la unidad cada vez se ve más lejana, en la alianza PAN-PRD el aspirante que adquiere mayor solidez es el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares, Presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, designado por unanimidad para ocupar esa importante encomienda, quien avanza en su proyecto sin adversario partidista al frente, y va por segunda vez tras la gubernatura con las siglas del PAN, porque con las del PRI ya lo quiso hacer en tiempos del gobierno de Patricio Chirinos, pero aquel proyecto fue un rotundo fracaso tras la catastrófica derrota electoral municipal que sufrió el PRI estando como presidente Yunes Linares, con lo que quedó eliminado del escenario político.
Las últimas encuestas del 2015 (las que hacen los partidos para consumo interno), sin candidato, daban al PAN en Veracruz una ventaja de dos puntos sobre el PRI; habrá que ver cómo andan ahora después del trágico fin de año en el que el gobierno estatal priista provocó que miles de veracruzanos tuvieran una amarga navidad al no cumplir con sus compromisos obligados como son pago puntual de salarios y aguinaldos, pago de becas, pago a universitarios, a empresarios, proveedores y prestadores de servicios, madriza a garrote limpio a los jubilados del IPE, balaceras y ejecuciones por todos los rincones de la geografía veracruzana, presentación a cargo del gobernador Javier Duarte de siete aspirantes para abrir más la baraja aldeana y hacer esto más enredado y, en fin, todo un desgarriate que tiene a los electores veracruzanos dispuestos a votar en contra del PRI con la esperanza de que un gobernante de otro partido venga y ponga orden.
Por otra parte, el partido Movimiento Ciudadano (MC) ya tomó la determinación de ir con su dirigente estatal, el exalcalde de Xalapa, exdirector de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación con don Fernando Gutiérrez Barrios, el académico de la UV Armando Méndez de la Luz, la mejor carta. Morena, el partido de más reciente creación, en el que milita la verdadera izquierda mexicana, la jugará (ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador) con el diputado federal xalapeño Cuitláhuac García Jiménez, y en este contexto nos vamos.
No es posible dejar fuera a los “candidatos independientes” Gerardo Buganza y Salmerón, Juan Bueno Torio y Elías Miguel Moreno Brizuela.
De los tres, Buganza y Juan Bueno son los menos independientes. El primero forma parte de un proyecto concebido y financiado por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán; una de las más cercanas colaboradoras al cordobés nos ha confirmado que quien aporta los recursos para las actividades de Gerardo Buganza es Fidel, es más, tras la primera entrega de recursos el proyecto se tambaleó, El Tío se dio cuenta que su “independiente” no le restaría muchos votos panistas a Miguel Ángel Yunes Linares y que por lo tanto se tendría que reconsiderar ese proyecto; luego vino lo de Juan Bueno y adelante, es más fácil que dos expanistas logren restar votos a la alianza PAN-PRD (es la verdadera intención) que uno.
Por lo que hace a Moreno Brizuela, amigo muy cercano a Yunes Linares, por quien estaría dispuesto a declinar al cerrarse la contienda, lo más seguro es que no lo dejen pasar y los organismos electorales decidan anular su participación por “no reunir los requisitos”.
Así las cosas, nunca nadie pensó que la de dos se complicaría tanto, quienes la impulsaron lo hicieron calculando que, dado el gasto que implica una campaña para la gubernatura, nadie le entraría y el PRI iría solito para dar continuidad al proyecto fidelista y no fue así como lo estamos viendo y viviendo.

Héctor volvió a caer

Días antes de concluir el 2015, el gobernador Javier Duarte de Ochoa convocó a quienes se han (o los han) involucrado en la sucesión gubernamental de este nuevo año.
Personalmente les llamó a cada uno, menos al Senador José Yunes Zorrilla, a quien le corrieron la invitación a través del Secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, previendo lo que pasó, que no asistiera y el góber tuviera una excusa: yo no lo invité.
Ahí estuvieron Héctor Yunes Landa, Alberto Silva Ramos, Erick Lagos Hernández, Adolfo Mota Sánchez, Jorge Carvallo Delfín y Tomás Ruiz. Sí, todos tienen la legítima aspiración de gobernar Veracruz; unos (los chamacos de la Fidelidad), para seguir saqueando lo que queda o lo que mandará la federación en esos dos años de minigubernatura y dedicarse a preparar el terreno para que otro chamaco de esa pandilla le suceda o, si el jefe Fidel así lo ordena, para que entre su hijo a dar jaque mate al estado, escriturarlo a su nombre… y se acabó.
Las fotos de este cónclave que desde las entrañas del poder se hicieran llegar a los medios de comunicación para difundir el encuentro, con todos posando bien trajeaditos, seriecitos, llegaron revueltas con otra muy singular en la que se ve al gobernador Javier Duarte en una de sus clásicas carcajadas, sonoras y alegres, y al Senador Yunes Landa agachadito, serio, mientras el resto de los contertulios sonríen, como lo hacen siempre, ante la gracejada del jefe.
¿De qué se reían? Quién sabe. ¿Por qué esa expresión molesta del Senador Yunes Landa? Que no nos salgan con que se estaban haciendo chistes a costillas de Héctor porque solo eso le falta a este político, cuyo comportamiento siempre es de seriedad, pero con tal de alcanzar la tan anhelada candidatura ha tenido que soportar majaderías, humillaciones (el cañazo, por ejemplo) y todo tipo de campañas de lodo orquestadas desde el gobierno para tratar de hacerlo caer.
Tenemos entendido, porque así lo hemos practicado en la vida y así también lo hacen muchos ciudadanos, que cuando se pierde la dignidad el hombre pierde todo.
¿Cómo rescatar esa parte del capítulo que vive el político choleño en esta aventura por la candidatura? Peor, si gana la candidatura y luego pierde la elección frente a su primo en las urnas. En la hipótesis de que gane y se convierta en Gobernador del Estado, que le vayan pensando quienes participan en estos cónclaves diseñados solo para el escarnio en contra de quien, sin ser del equipo, sin pertenecer al proyecto transexenal de Fidel Herrera, está a punto, junto con el otro Senador de la República, José Yunes Zorrilla, de echar para siempre a los fidelistas del gobierno.
Héctor Yunes Landa cobrará muy caras las afrentas; júrenlo que no habrá dinero que alcance para comprar impunidad con Héctor, lo que más le importará frente a sus gobernador es rescatar esa dignidad maltrecha que le están dejando los chamacos estos que siguen creyendo, en su inconmensurable soberbia, que seguirán en el poder porque tienen a Peña por los tompiates… En una de esas, sí.

La TV, herida de muerte

Así como los medios impresos se fueron a pique al surgir los informativos en la Internet, la televisión sufre hoy los embates de la modernidad y sus preocupados propietarios toman medidas dejando fuera la programación tradicional, de producción local, para dejar el paso a los noticieros tratando de competir de esta manera con la televisión de paga y con la información vía Internet que casi, casi, pone al usuario en el lugar de la noticia en tiempo real.
Juan Ramón Proal acaba de ilustrarnos en el semanario Proceso, con un interesante artículo que tiene que ver con este fenómeno de la televisión comercial que prescinde de programas como En Familia, Laura y otros cuyas audiencias se desplomaron dejando de ser negocio, por la que fueron borrados de la barra de programación.
Proal nos dice: Vinton Cerf, uno de los padres de internet, anticipó durante su intervención en el Festival Internacional de Televisión en Edimburgo: “Va a seguir necesitándose la televisión para ciertas cosas, como las noticias, los acontecimientos deportivos y las emergencias, pero va a ser casi como con el iPod, en el que puede descargarse el contenido para visionarlo más tarde”.
Hasta ahora, la televisión mexicana sigue siendo pieza clave en el juego electoral de la clase política. Los partidos postulan a estrellas de la pantalla chica, promueven a actrices como primeras damas y el gobierno regala reproductores con fines electorales, amén de gastar una fortuna en publicidad televisiva (tan solo en 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto pagó a Televisa 144.2 millones de pesos y a Televisión Azteca 83.4 millones). Los medios masivos responden con agradecimiento. Ocultan las tropelías de la administración pública, elevan sus logros a milagros modernos y atiborran sus contenidos de programación sosa e inocua para el statu quo. Pero, ya está dicho, no será por mucho tiempo. En breve veremos la agónica muerte de Chabelo, Galilea Montijo, Andrea Legarreta, Laura Bozzo, Patricia Chapoy y los demás representantes de la llamada “televisión basura”.
La riqueza y vastísima competencia de contenidos que ofrece Internet poco a poco debilita a los grandes medios. Las nuevas generaciones tienen otras necesidades, patrones e intereses. Es inevitable: la televisión está herida de muerte. Con la feroz velocidad de los tiempos que corren, será cuestión de un parpadeo para que veamos que “El soldado del PRI” cayó en la batalla por sobrevivir a la modernidad.

Reflexión

En Minatitlán falleció este fin de semana el periodista Raymundo Zúñiga Ortiz. Va desde este espacio nuestras sinceras condolencias a sus familiares y seres queridos.
De igual forma saludamos al exrector de la Universidad Veracruzana, ex diputado local y líder del Congreso, al prestigiado abogado y académico Emilio Gidi Villarreal, cuya salud es muy delicada. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas