Debido a lo que considera una actuación ineficiente y sesgada de las autoridades estatales en materia laboral, Julio César Martínez Arroyo, un ex trabajador del equipo “Tiburones Rojos de Veracruz” que fue despedido hace más de 4 años, tuvo que recurrir a la justicia federal.
Dice que, en su caso particular, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, con sede en Boca del Río, actuó de manera tendenciosa, al negarse a ejecutar los laudos que le beneficiaban.
Martínez Arroyo demandó laboralmente al Club Deportivo Tiburones Rojos, que recibieron una sentencia que les obligaba a cubrir salarios caídos, aguinaldos, vacaciones y demás prestaciones, además de reinstalarle en su anterior trabajo; el equipo, sin embargo, desapareció y fue desafiliado por la Femexfut, situación que complicó la ejecución de la sentencia.
En mayo de 2013, el gobierno del estado anunció que el equipo “Reboceros” de La Piedad, propiedad del hoy diputado Fidel Kuri Grajales, cambiaría su sede para jugar en el Puerto de Veracruz, por lo que usaría el estadio Luis “Pirata” Fuente, el logo, la marca y el escucho de los Tiburones Rojos.
Con ese movimiento, la empresa “Promotora Deportiva del Valle de Orizaba” se convirtió en patrón sustituto, pero se niega a cubrir la sentencia laboral que fue emitida por los tribunales en la materia en favor del ex trabajador, que hoy señala al actual secretario del Trabajo, Gabriel Deantes Ramos, como uno de los responsables de obstaculizar la ejecución del fallo.
Se trata de un tema que se mantiene vigente desde hace más de cuatro años y que hoy cobra fuerza por la nueva sentencia, la revisión del amparo, que fue emitida el 21 de diciembre del año que recién terminó y que vuelve a favorecer al ex trabajador.