Por eso estamos como estamos, por eso nunca progresamos. Resulta que los recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), destinado a reducir la pobreza en zonas socialmente rezagadas fueron utilizados con otros fines en al menos tres entidades federativas.
El Estado de México, Guerrero y el Distrito Federal fueron los que gastaron con menor eficacia y destinaron recursos del Fondo a proyectos de inversión complementaria, es decir, que no contribuyen directamente a la disminución de problemas sociales.
Sus gastos no reflejaron incidencia en rubros como la salud, la alimentación, los espacios y servicios de vivienda o la disminución del rezago educativo, de acuerdo a reportes locales para el tercer trimestre de 2015.
Guerrero sumó el mayor porcentaje de proyectos sin impacto, pues destinó 405 millones de pesos para nivelar el basurero municipal, a un software a utilizarse durante 9 meses, a estímulos para la educación básica sin descripción, y al pago de salarios de personal no especificado.
El Distrito Federal fue la segunda entidad en ejercer mayor inversión sin impacto, pues invirtió 10.3 millones de pesos en señalamientos viales y en rehabilitación de la carpeta asfáltica en vías secundarias, entre otros proyectos.
El Estado de México gastó el monto más grande a nivel nacional, al invertir 974 millones de pesos en la compra de software para la Tesorería municipal, programas de desarrollo institucional, instalación de “tecnologías interactivas” y la construcción o rehabilitación de banquetas.