Narré ayer que el presidente Enrique Peña Nieto no tenía decidido venir al acto agrario de este día, pero repentinamente algo lo motivó a cambiar de idea y ayer temprano se avisó que siempre sí y de inmediato se puso en marcha el operativo de seguridad que lo rodea en sus giras de trabajo.
Di un elemento para suponer que no estaba en sus planes viajar a Veracruz, como el hecho de que nunca se activó la logística del Estado Mayor Presidencial y por lo tanto en diciembre no se realizó la “pregira” que siempre se acostumbra, y en la propia oficina de Eventos Especiales del Gobierno del Estado descartaban la visita.
Ayer mismo el propio dirigente nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Manuel Cota Jiménez, al llegar al puerto de Veracruz confirmó que no vendría Peña pero que estaría “bien representado” por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Comenté ayer que era interesante saber por qué no venía el Presidente, y la pregunta pertinente ahora es por qué sí decidió hacerlo.
“Políticamente su presencia se veía obligada porque este año es totalmente electoral y esos actos de agrarios no tienen nada sino que siempre han sido de tipo electorero, pues sirven para proyectar candidatos y para apoyarlos, así como para preparar la máquinaria de hacer votos en el campo”, dije.
Como reportero, desde 1974 empecé a cubrir este acto “agrario” y desde entonces he he visto desfilar y escuchado a todos los presidentes de México hacer anuncios respecto del campo que nunca se han cumplido ni han mejorado la situación en el agro, menos de los campesinos. Es un acto político, partidista, del PRI, y en años como el actual, de tipo electorero por más que se hagan anuncios espectaculares que luego quedan sólo en eso.
Este año, el PRI se juega seriamente su permanencia en el poder. Por primera vez corre el riesgo de enfrentarse a una alianza opositora con muchas posibilidades de ganar porque llevaría a un candidato con experiencia que sabe cómo llegarle al ciudadano, pero que además, si no logran pararlo, sabrá cómo capitalizar todo el descontento popular que hay entre un gran sector de la población contra el actual grupo en el poder, que representa al PRI y al que arrastra con su mala imagen ante el electorado.
El mismo lunes, el dirigente estatal del PRD, Rogelio Franco Castán, dio por hecho que el candidato de la alianza PAN-PRD será el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares, declaración que coincidió con la publicación de una carta-desplegado de perredistas del estado dirigida al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido del sol azteca, Agustín Basave Benítez, firmada por los propios dirigentes estatates, diputados federales y locales, presidentes municipales, así como personajes políticos representativos de la entidad, en la que le piden convenir una “coalición amplia” para “rescatar a Veracruz” y “salir de la crisis actual a la que nos sometió el priismo”.
En el documento afirman que “El hartazgo por los que actualmente gobiernan y legislan se respira profundamente en Veracruz” y que “La continuidad de 86 años de un régimen ha llegado a su punto límite”, por lo que “… los comicios de este año se perfilan para ser un plebiscito en el que la disyuntiva sea el continuismo o la alternancia”.
Solicitan a Basave que apruebe la coalición y le ofrecen, entre otros, los siguientes argumentos para ello: “… el tejido social y político ha sido quebrantado por el actual gobierno… Soportamos una enorme deuda pública que oscila los 80 mil millones de pesos… el desorden en la administración pública se da en todos los niveles, caracterizado por la palpable corrupción e impunidad. El desfalco de las finanzas públicas ha permitido el enriquecimiento de unos pocos funcionarios estatales en menoscabo de miles de veracruzanos que por esta causa han dejado de recibir los servicios de salud y educación que les son debidos. Es importante destacar que Veracruz es el Estado que ocupa el primer lugar en denuncias presentadas por la Auditoría Superior de la Federación por desviación de recursos federales. Esto, a su vez, ha perjudicado a sectores como el de los pensionados y jubilados, a quienes se les escamotean sus pagos y sus reclamos son reprimidos por la policía estatal. Mismo caso el de nuestra Universidad Veracruzana, a la que se le regatea el respaldo financiero que el gobierno estatal está obligado a darle… Asimismo, la violencia y asesinatos contra periodistas, por el ejercicio de su profesión, se han agravado en tiempos recientes, como parte de la situación de inseguridad generalizada que vive la entidad, donde los delitos han crecido de manera exponencial”.
Afirman que “Otro Veracruz es posible. Están dadas las condiciones sociales y políticas para la alternancia y el cambio”, que la sola mención de la coalisión opositora abre amplias posibilidades de derrotar al PRI y que “Esta ruta ha despertado amplias simpatías en diversos sectores ciudadanos, situación expuesta por las varias encuestas de opinión levantadas en el transcurso de estos meses, en las que se refleja el amplio respaldo que tendría…”.
De todas las gubernaturas que se disputan este año, Veracruz es la joya de la corona, porque por aquí, el tercer padrón electoral más grande del país, pasa la permanencia del PRI en la Presidencia en 2018. Una derrota sería desastrosa para el priismo, por lo que cabe pensar que todos los elementos señalados fueron utilizados por los consejeros, o asesores, o la dirigencia nacional del PRI para hacer ver a Peña Nieto la conveniencia de venir para fortalecer con su presencia la causa tricolor.
Silva, no quita el dedo del renglón
Fuentes cercanas a Alberto Silva Ramos, presidente del CDE del PRI, me aseguraron anoche que el tuxpeño está a la espera de la convocatoria para decidir si solicita licencia como diputado federal el próximo 17 de este mes con el propósito de buscar la candidatura de su partido al gobierno de Veracruz para los próximos dos años.
El movimiento se daría una vez que sea emitido el documento tricolor, cuestión que se realizará en la segunda semana de enero. Silva Ramos, me insistieron, va por “todas las canicas”, pues, según esas fuentes, en las encuestas que se tienen en el CEN ya está a la par de los senadores Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla.
Llama la atención que la insistencia de Silva se da cuando Fidel Herrera Beltrán se encuentra en México y, a la vez, repentinamente el también diputado federal Jorge Carvallo Delfín fue destapado como aspirante a candidato a la gubernatura pero por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), partido que en Veracruz es manejado por el Tío Fide a través de su hijo del mismo nombre.
Esto lleva a pensar que están seriamente preocupados por la inminente postulación de Miguel Ángel Yunes Linares y su posible triunfo y por eso buscarán mantener el poder ya sea por una vía o por la otra, o, de perdis, fragmentar el voto para restarle votos a la posible coalición PAN-PRD.
Dos cosas son seguras: una, que Alberto Silva Ramos y sus patrocinadores harán hasta el último intento por lograr la candidatura, y, otra, que el senador Héctor Yunes Landa encontrará obstáculos hasta el final y que si obtiene la nominación de su partido será a costa de sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor –Sir Winston Churchill dixit.
¡Señor Presidente, bienvenido! ¡Así se la gastan sus chicos en Veracruz!