Sin pena ni gloria transcurrió la conmemoración de los Mártires de Río Blanco, pues no hubo la representación de autoridades estatales ni federales.
Tampoco asistió el dirigente nacional de la CROC, Isaías González Cuevas,y el Gobierno del Estado envió a un representante de la Secretaría de Trabajo.
De esta manera se efectuó un deslucido acto cívico a los Mártires del 7 de enero de 1907, al cual sólo acudieron, el dirigente estatal de la CROC, Tomás Tejeda, la alcaldesa María de los Angeles Martínez y miembros del cabildo, quienes se apostaron frente al monumeto erigido a los ex obreros.
En esta ceremonia, la alcaldesa panista arremetió en contra de las autoridades estatales y federales y señaló que es injsuto que este municipio cuna del movimiento obrero esté de mal en peor.
Mencionó que cuentan con un teatro que desde hace 20 años está en el olvido y que su rescate cuesta 20 millones de pesos, y que ninguna instancia tiene el interés en rescatarlo.
Se subrayó que el 7 de enero, ya perdió su escencia, «se ha olvidado por todos, se perdieron los procesos, la escencia y eso ha generado que el sindicalismo esté en peligro».
Por su parte, el secretario general de la CROC en el estado, Tomás Tejeda Cruz, señaló que el aniversario de los Mártires del 7 de enero de Río Blanco, no debe ser olvidado por los trabajadores al ser una gesta heroica.
El líder estatal croquista dijo que este evento que se conmemora cada año, es un evento hacia los trabajadores, por lo que es de vital importancia que asista la clase trabajadora, ya que ésta es la que rinde el reconocimiento a los Mártires de 1907.
