Mas destapes, “¡Voy por la de seis!”, Pepe Yunes

Por Edgar Hernández*

“Antes del barullo sucesorio ratifico mi lealtad y entrega por Pepe Yunes”, el autor

Tras la decisión del PRI nacional, que no de Javier Duarte, de llevar a Héctor Yunes Landa como su candidato del PRI a la Gubernatura 2016-2018, se renueva el ánimo de José Francisco Yunes Zorrilla por buscar la sexenal 2016-2022.
“¡Vamos por la de seis!”, confió a sus cercanos.
Los llama además a sumarse con todo a la candidatura de Héctor Yunes Landa para desterrar las rémoras de la Fidelidad que tanto han dañado a Veracruz y consolidar el proyecto de los 8 años planteado a los veracruzanos por Héctor y Pepe en su oportunidad.
Pepe entiende que la lucha no es fácil de cara a la coalición PAN-PRD pero también está cierto de que la mayoría está del lado del pueblo.
Así y ante este claro deslinde de Pepe, permita usted amable lector, dedique unas líneas para dejar clara mi postura primero como moderador de opinión en esa indeclinable decisión de dar cabida a todas las voces que se han manifestado sobre el tema.
Todos –Fidelistas, Duartistas, panistas y la izquierda, así como las minorías- han tenido cabida en mis espacios de opinión que se distribuyen en 23 portales y medios impresos de la entidad.
Y lo seguirán teniendo.
En otro sentido manifestar que en lo personal, como hombre que ama entrañablemente a Veracruz, tanto en lo público como en lo privado, he manifestado mi lealtad, simpatía y apoyo en favor de José Francisco Yunes Zorrilla, de quien sigo pensando que es quien mejor llevaría a un mejor estadio de vida a este atribulado Veracruz, víctima de delincuentes y saqueadores.
Para Pepe pues mi reiterada lealtad.
Y a mis críticos incómodos por mis reflexiones, puntos de vista y adelantos informativos, que tanto molestan al Duartismo, no tengo más que decirles ¡esmérense más!.. No soy un chambista ni un jalasacos, por tanto no variaré mi postura profesional guste o no.
Una vez subrayada mi actitud profesional importante dar cuenta que a horas de darse a conocer la convocatoria que abra la puerta a un pretendido candidato de unidad que, sin duda, recaerá en Héctor Yunes Landa, no cabe duda que los hilos del poder se le fueron de las manos al señor Javier Duarte quien se muestra desesperado.
Ya mismo no sabe para dónde.
Tomás Ruiz y Jorge Carvallo ya se le salieron del huacal, los sectores campesino, el magisterio en pleno y los diputados locales ya se pronunciaron, no por Alberto Silva sino por Héctor, y corrientes de poder y militancia reales como Jorge Uscanga y Amadeo Flores tampoco están con Silva al igual que amplias mayorías partidistas.
La percepción ciudadana solo espera el momento.
Y es que si no es pato, ni camina como pato, ni grazna como pato es que ¡es Héctor!
Pero ajeno al detalle de que si en estos días se le va a caer o no la candidatura a Héctor, tanto él como su par, Pepe Yunes, han mostrado su molestia y rechazo contra Javier Duarte por filtrar pactos y documentos que merecen la secrecía partidista.
Incluso el mandatario ha abdicado a su obligación de imparcial para entregarse de lleno a favorecer a Silva. Ha permitido incluso con dinero público se publiquen en la prensa nacional encuestas patito en favor de su becario que a estas altura no se sabe si es cisne o pato.
El señor gobernador ha botado la investidura para irse de peleador callejero a las cantinas y defender a su protegido, desmentir a su jefe político Fidel Herrera, insistir en madrear a Miguel Angel Yunes Linares –quien tras la coalición PAN-PRD- está doblado de la risa- y a gritar a los cuatro vientos que “¡Yo soy el gran elector!”. Ja!
El señor gobernador está fuera de sus casillas.
Y cómo no habría de estarlo si lo que está en juego para él y su grupo es su futuro: la rendición de cuentas ¿por qué deja a Veracruz con 115 mil millones de pesos en deuda?, la devolución, ese vómito negro de lo que se han metido en sus bolsillos, casas, yates, mansiones en Boca, el DF y Barcelona y, lo más importante, el esclarecimiento de asesinatos, levantones, madrizas a los viejitos, los 500 mil pobres que se suman a la ya extendida pobreza y el odio entre hermanos que deja su despotismo.
El Duartismo está apanicado.
Javier Duarte perdió el control de timón. Hasta de su propia casa. Orondamente su consanguíneo Cecil al grito de con permisito me voy con Héctor el fin de semana en el evento campesino magisterial se le vio aplaudiendo a rabiar.
Le valió que Héctor sea a uno de los dos enemigos jurados de su hermano.
Así, la pretendida unidad se la llevó el carajo. Su barca hace aguas. Sabe que en unos días más la mitad del poder la tendrá que entregar al nuevo abanderado y después del cinco de junio solo será un objeto decorativo cuando se proclame al gobernador electo.
En breve el señor Duarte no podrá disponer de un centavo, ni de los escandalosos lujos a los que se acostumbró de un lustro para acá. Y es que de repartidor de pan en Córdoba se acostumbró a las cajas de huevo, pero repletas de dinero.
Por ello y muchas cosas más su gabinete ya empezó a huir. En breve lo harán los demás. Es el fin de un imperio que fabricó Fidel Herrera y que sepulta el señor gobernador Javier Duarte.
Hoy queda enfrente el serio riesgo de que su régimen coloque la cereza al pastel de excremento y le entregue la gubernatura a Miguel Angel Yunes Linares el uno de diciembre.
En ese momento –jure usted- no saldrá del Congreso. Ahí mismo se le notificará una orden de presentación. Y lo que sigue…
Tiempo al tiempo.
Pequeñeces:
Ya entrada la madrugada de este lunes se concretó la alianza PAN-PRD. Hay júbilo y algarabía de parte de la oposición. No es para tanto. Solo el 3% le aportará el PRD al PAN a la votación ya que la verdadera izquierda habrá de migrar a Morena. Así que tal vez el verdadero hoyo en favor del PRI se lo podrán hacer a Yunes Linares, Dante Delgado, Alfredo Tres y Francisco Valencia, este último habrá de transitar por el PT. Ya hay acuerdos.

*Premio Nacional de Periodismo