Gran revuelo ha causado la detención en un aeropuerto español del ex gobernador priista de Coahuila, Humberto Moreira.
Contrario a lo difundido por su equipo, el también ex dirigente nacional del PRI no fue apresado por las autoridades españoles a causa de un problema migratorio, sino a petición de la Fiscalía Anticorrupción del Gobierno de México, que lo acusa de lavado de dinero, organización delictuosa y cohecho.
Moreira será internado en la prisión de Soto del Real, sin derecho a libertad bajo caución, en lo que transcurren las investigaciones, ya que un juez de la Audiencia Nacional consideró que existe riesgo de fuga y de destrucción de pruebas por parte del político indiciado.
Moreira sin duda es uno de los ejemplos más claros de corrupción desde el poder político en México, pero definitivamente no es el único y ni siquiera el más grave. Si la Fiscalía Anticorrupción le echa una miradita a Veracruz, por ejemplo, tiene tela de donde cortar como para hacer una carpa.
Por lo pronto, dicen que en Cataluña a alguien se le atravesó el almuerzo.