Al final del año, cuando se dé el cambio de administración en doce entidades, cuatro priistas encabezarán la lista de gobernadores que heredarán finanzas ahorcadas a sus sucesores.
La deuda pública que dejarán es mayor al monto que reciben sus estados en un año de participaciones federales, es decir, recursos que usan para gasto corriente, entre ellos el de pago de créditos contratados.
En total, los 12 mandatarios que dejarán su cargo este año legarán a quienes los sustituyan adeudos por más de 167 mil millones de pesos.
La lista es encabezada por Chihuahua, gobernado por el priista César Duarte, con obligaciones financieras por 41 mil 309 millones de pesos, lo que representa el 236.3 por ciento de sus participaciones.
El segundo lugar es ocupado por Veracruz, cuyo mandatario, Javier Duarte, heredará una deuda de 41 mil 286.8 millones de pesos, es decir, el equivalente al 115.7 por ciento de sus participaciones.
El Gobierno saliente de Roberto Borge, en Quintana Roo, dejará sus arcas con cuentas por pagar superiores a los 21 mil 983 millones de pesos, mismos que equivalen al 238.8 por ciento de los fondos que ingresan al estado por participaciones.
En el caso de Zacatecas, los créditos por 7 mil 631 millones de pesos que dejará Miguel Alonso Reyes, representan el 95.5 por ciento de los recursos que inyecta la Federación.