Gito fue encontrado en agosto en pésimas condiciones dentro de una caja de cartón en la que le habían abandonado bajo el sol abrasador de la isla indonesia de Borneo. Los miembros del equipo de rescate de International Animal Rescue (IAR) que lo descubrieron pensaron que este orangután bebé estaba muerto, ya que presentaba un aspecto momificado. Sin embargo, unos meses después, el animal se ha recuperado en un centro de rehabilitación y ha hecho amistad con otro joven simio.
Gito, que tiene menos de un año, sufría múltiples dolencias cuando lo encontraron: deshidratación, desnutrición y una infección en la piel. Sus cuidadores han dicho que se ha recuperado con fuerza, pero advierten de que sigue habiendo un largo camino por delante.
Asoka es otro primate que también fue rescatado en Borneo hace varios meses. En su caso fue un aldeano quien lo encontró abandonado en la selva. Pero Asoka estaba en condiciones mucho mejores que Gito.
Con vistas al futuro, el director del programa IAR para Indonesia, Karmele Llano Sánchez, explicó que era necesario que Gito participase en la “escuela de la selva” – un esquema diseñado para preparar a los orangutanes a vivir en la naturaleza – antes de que lo liberen a su hábitat . “Se va a esperar de cinco a siete años antes de que el primate este listo para volver a su hábitat natural”, dijo en declaraciones recogidas por AFP.
Los orangutanes de la isla de Borneo están clasificados como especies en peligro de extinción y están protegidos por la legislación de Indonesia. Sus hábitats selváticos están siendo destruidos por la rápida expansión de las plantaciones de aceite de palma y de pulpa y papel.
Cientos de primates de Borneo fueron rescatados el año pasado ante los incendios forestales que asolaron la isla. Los incendios, provocados para despejar tierras y establecer plantaciones, son una ocurrencia anual, pero en 2015 se registraron los peores en años.
FUENTE. EL PAIS