Otra bandera política para los azules

Extraña visita la de este martes a Veracruz, a Coatepec, la de Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública, presuntamente para entregar, junto con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, insumos a familias de los alrededores del Cofre de Perote, de escasos recursos, afectadas por los frentes fríos. El acto será en el Gimnasio Coatepec al medio día.

Este podría ser un buen pretexto para justificar la no asistencia del mandatario estatal a la fiesta de La Candelaria en Tlacotalpan, como lo hizo en cinco años anteriores, cuando incluso organizaba una comida en un rancho a las afueras de la ciudad para puros invitados especiales. Por lo pronto, ayer no estuvo y un operador suyo me dio la explicación de que se vería mal festejando cuando no aparecen los cinco jóvenes secuestrados por policías estatales en Tierra Blanca, que forma parte del distrito.

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Las fichas de Amadeo. La llegada de Felipe Amadeo Flores Espinosa al Comité Directivo Estatal del PRI, generó un vendaval en la política tricolor veracruzana. Y es que si bien el fidelato y el duartazgo mandaron a la Renata (Reserva Nacional de Talentos) a una serie de personajes de peso, hoy su experiencia está siendo rescatada.

Un claro ejemplo de lo anterior es el ex diputado local, Fernando Vázquez Maldonado, quien asume la Secretaría de Acción Electoral del CDE. Sus años de carrera política lo han doctorado en el tema. Se sabe que en los próximos días llegará a reforzar el equipo desde la Secretaría de Organización el ex alcalde xalapeño Carlos Rodríguez Velasco, otro priista con la camiseta bien puesta y con mucho camino andado. Nada que ver con Fidel Kuri Grajales, quien lo único que organizó fueron catorrazos en su palco.

Pero Flores Espinosa está conjuntando un equipo plural, multidisciplinario, incluyendo a jóvenes talentos como Hugo Meraz, quien será el nuevo Secretario de Finanzas y Administración, así como al experimentado periodista Rafael Pérez Cárdenas, como Coordinador de Prensa. Dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y esta nueva dirigencia está más que experimentada.

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En política, toda causa tiene un efecto, y nada se da por casualidad. Así, con su llegada a la delegación federal de la Sedesol en el estado, ayer María Anilú (anteriormente era Ana Guadalupe, hasta que cambió su nombre para efectos político-electorales) Ingram Vallines regresó al estado para iniciar su carrera en busca de la presidencia municipal del puerto de Veracruz en 2017 en la que se topará con el ahora joven senador panista Fernando Yunes Márquez, quien igual pretende el cargo.

Por lo que se vio, Anilú trae buen ambiente con reporteros del puerto jarocho, quienes se dejaron venir a la capital del estado para registrar su llegada a la importante delegación federal, lo cual cuenta y le puede arrojar buenos dividendos a futuro si cuida esa relación.

Ella es diputada local con licencia, cargo al que llegó luego de suscribir ante notario público el compromiso de que no lo dejaría para buscar otra posición, hasta que el grupo de la prosperidad la obligó a faltar a su palabra y defraudar a sus representados con el argumento de que era la única que podía ganar la diputación federal en la pasada elección y por lo tanto registrarse como candidata. Perdió –unos “enanos” que se dieron “un tiro en la pierna” la hicieron perder, según el gobernador Javier Duarte– y prudentemente ya no regresó a su curul en el Congreso local además de que aprovechó para alejarse de los prósperos, refugiándose ante sus poderosos padrinos políticos Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong (una versión dice que ella era ahijada de don Fernando Gutiérrez Barrios, donde la conoció Beltrones desde niña cuando era secretario particular de don Fernando, y ahora le agradece al “hombre leyenda” ayudándola y por eso se la encargó a Osorio Chong).

Anilú llega, pues, con el fierro del altiplano, no el de la prosperidad, que de esa forma perdió otra importante posición política. Ayer la acompañó el secretario de la Sedesol estatal, Alfredo Ferrari Pardiño, así como el delegado saliente, Marcelo Montiel, quien desde noviembre pasado se quería ir afectado por serios problemas de salud, aunque ahora ya con más calma, luego de que reposará unos días en su rancho, le operará a Héctor Yunes en el sur del estado, desde Coatzacoalcos hasta Acayucan.

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En el grupo en el poder, el de la prosperidad, se ve que están, que andan apendejaos –discúlpame lector pero no encuentro otro mejor calificativo para este caso–, porque es cosa de ver que mientras que los de enfrente aprovechan cualquier pretexto o circunstancia que se les presenta para arriarles, los prósperos no meten ya ni las manos.

En una nota de Benito Jiménez, enviado del diario Reforma a Tierra Blanca (va a cubrir la visita del Papa a México) para seguir el caso de los cinco jóvenes secuestrados por policías estatales para entregárselos a la delincuencia organizada, se publicó ayer que el presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Francisco Navarrete, ya detenido, operó la campaña electoral del ahora diputado federal priista Tarek Abdalá Saad, del distrito de Cosamaloapan, “hombre de toda la confianza del Gobernador Javier Duarte”. La nota estuvo ilustrada con una fotografía donde se ve al legislador federal con el hoy acusado, a quien le pone su mano derecha en un hombro en forma de abrazo.

Ante esto, por la tarde (poco después de las cinco), ni tardo ni perezoso el joven senador panista Fernando Yunes Márquez se agarró de la nota periodística para exigir a la Procuraduría General de la República (PGR) que investigue y desafuere a Tarek “por sus presuntos nexos con la delincuencia organizada”, y ya de paso que actúe también sobre las seis denuncias que interpuso en su contra la Auditoría Superior de la Federación (ASF) “por el desvío de casi mil 600 millones de pesos, cuando Tarek fue tesorero”.

Fernando envió un boletín de prensa con más detalles y señalamientos luego de una conferencia de prensa en la que tanto diputados federales como senadores panistas exigieron que se investigue al ex Tesorero del Gobierno del Estado, además de que anunciaron que pedirán a la PGR que “actúe de manera inmediata”.

Como si eso fuera poco en contra de la prosperidad, en el periódico digital sinembargo.mx se publicó una declaración del coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, en la que anunció que no meterá las manos al fuego por el cuenqueño.

“El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no meterá las manos al fuego por el diputado federal Antonio Tarek Abdalá Saad, señalado de tener presuntos vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El PRI es un partido político. Las personas somos responsables de nuestros propios actos. El PRI lo que hace es estar pendiente del desarrollo de la vida nacional, si hay alguna investigación que siga, que se profundice, que se haga con absoluto sentido de la responsabilidad. Y cada quien, porque las conductas penales son personales e intransferibles, afrontará las consecuencias. Por ahora lo que hay es una fotografía”.

El coordinador descartó que sea su partido el que deba pedir que este caso se investigue, “ya que son las autoridades las que deben pedir a las personas estar a su disposición y no al revés”.

En Xalapa, salvo un amigo mío que opera periodísticamente para el grupo de la prosperidad sin cargo alguno, quien me contactó más de una hora después del boletín de prensa de Fernando para intentar una defensa de Tarek, al caer la noche, ni en la capital, ni en Cosamaloapan, ni en Veracruz había habido ninguna reacción, un comunicado oficial del aludido, como la ocasión lo ameritaba que fuera de inmediato, para tratar de aclarar y defenderse con sólidos argumentos del señalamiento y de paso defender al grupo político al que pertenece.

¿Dónde quedó aquel grupo de 20 diputados federales del PRI y del Partido Verde Ecologista de México con el sello de la prosperidad liderados por Alberto Silva Ramos, quienes el 3 de septiembre del año pasado abrieron su actuación en San Lázaro dando una conferencia de prensa en bloque para exhortar a la titular de la PGR, Arely Gómez González, a que diera curso a una investigación por el presunto desvío de recursos del ahora candidato del PAN al Gobierno del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares?

¿Por qué no salieron ayer, igual, en bloque, a defender a uno de los suyos, máxime que hizo causa común en aquella embestida en contra de Miguel Ángel? ¿Dónde está el líder de los diputados federales priistas veracruzanos, Erick Lagos Hernández, a quien correspondía hacer la defensa? ¿Es que acaso se tomaron en serio el puente? ¿Acaso andaban de festejo en Tlacotalpan con motivo de las festividades de La Candelaria?

Por lo pronto, los azules y amarillos ya tienen otra bandera para su campaña contra el Gobierno del Estado y su partido, así como para contrarrestar la embestida que los azules están sufriendo por la chapodiputada. Sin duda, es escándalo nacional.