Este martes 2 de febrero se conmemoró el Día Mundial de los Humedales, cuyo tema en este 2016 es Humedales para nuestro futuro: medios de vida sostenibles. Este es un tema prioritario en la agenda ambiental veracruzana, pues somos uno de los estados con mayor superficie en todo el país.
A nivel mundial, ya sólo 6% de la superficie de la Tierra se compone de humedales, es decir, unos 570 millones de hectáreas, aún y cuando este ecosistema ayuda a mitigar el cambio climático pues, según los especialistas, representan el 30% del carbono retenido en el planeta.
En nuestro estado, tenemos todos los tipos de humedales existentes: manglares, pantanos, lagos, ríos, oasis, marismas, pastizales húmedos, estuarios y arrecifes de coral.
En 2004, por ejemplo, fueron reconocidos como Sitio Ramsar, La Mancha y El Llano, con mil 414 hectáreas, así como los manglares y humedales de la Laguna de Sontecomapan, con 8 mil 921 hectáreas.
En la lista fue incluido también ese año el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, cuya extensión es de 52 mil 238 hectáreas y el Sistema Lagunar de Alvarado con 267,010 hectáreas.
Ya para el siguiente año, se sumaron otros tres sitios a la lista: el Sistema de Lagunas Interdunarias de la Ciudad de Veracruz, cuya superficie abarca 141 hectáreas; los humedales de la Laguna La Popotera con 1,975 hectáreas y la Laguna de Tamiahua, con 88,000.
Para 2006, se incrementaron otros dos: las Cascadas de Texolo y su entorno con 500 hectáreas y los manglares y humedales de Tuxpan con 6,870, haciendo un total de 8 Sitios Ramsar en el estado.
Empero, la joya de la corona inmobiliaria es Alvarado, Boca del Río y Veracruz, una triada de municipios que tienen los últimos reductos de humedales y que, en aras del progreso, los han destruido, junto con todas las especies de fauna y flora que vivían a su merced.
Quienes tienen ya una edad madura recordarán que donde hoy se asientan los fraccionamientos Floresta y Flores del Valle, en el Puerto de Veracruz, eran pantanos. De ahí el porqué de tantas inundaciones.
Y donde está ubicada actualmente la Plaza El Dorado y todas esas viviendas, se dieron una serie de protestas por el enojo de tocar el manglar, aunque las autoridades estatales y municipales dijeran que no eran más que unas ramas con tal de tener tiendas departamentales de lujo y llegar a hacer las compras en yate. Y esos son sólo unos pequeños ejemplos.
¿Nos preguntamos por qué cada vez sube más la temperatura, llueve menos pero de una forma más agresiva? Pregúntenselo a la agonizante voz del manglar.
@YamiriRodríguez
