Las personas que ves en la foto son una familia originaria Uruguay que viajó desde la ciudad de Melo hasta Punta del Este con únicamente la ropa que llevaban puesta, una muda, un par de mochilas y 700 pesos en busca de mejores oportunidades.
Caminaron 15 kilómetros hasta que el calor los obligó a detenerse en Pan de Azúcar, donde una pareja les dio un aventón hasta la ciudad de Piriápolis. Allí buscaron empleo, pero no encontraron, por lo que se asearon en un baño público y se refugiaron en una caseta de seguridad abandonada hasta que saliera el sol.
Al día siguiente, caminaron unos kilómetros más hasta llegar a un río. “Decidimos aprovechar el día para descansar y pasamos toda la tarde sobre el agua, donde nos dedicamos a bañarnos, lavar la ropa, jugar con los chiquilines y tomarnos unos mates”, relató el padre, Gerardo Soca, de 30 años.
Cuando retomaron el camino, un hombre se ofreció a llevarlos a San Carlos, quien les pidió su número celular y les tomó una foto para publicarla en Facebook en caso de que alguien quisiera ayudarlos.
De acuerdo a Gerardo, estaban descansando en la playa cuando comenzaron a llamarle muchas personas ofreciéndole trabajo, casa, terrenos, ropa, alimento, pasajes en ómnibus, de todo. Entonces, hubo alguien que les permitió establecerse en Punta del Este, mientras otro les dio trabajo en el mismo lugar.
Ahora, el hombre ya está trabajando y su familia se encuentra feliz y valorando algunas otras ofertas. Sin embargo, y pese a toda la ayuda que recibió, el padre de familia declaró que “el mundo es un lugar completamente materialista”, pues la gente que se acercó a brindarles apoyo sólo les ofreció “cosas materiales”.
Aún así, dijo estar eternamente agradecido y aceptó posar con su familia en su nuevo hogar.
Con información de El Observador.
