El agua y los aparatos electrónicos no suelen ser compatibles. Sin embargo, Microsoft cree que meter computadoras en el océano podría ser lo del mañana.
Microsoft acaba de cerrar un experimento de operación de un centro de datos subacuático. Se colocó una serie de servidores con la potencia de aproximadamente 300 PC en un cilindro a prueba de agua que se sumergió en el océano, en las costas del centro de California.
El descabellado experimento se llevó a cabo porque los centros de datos existentes son lamentablemente ineficientes. Se construyen en donde la energía y la tierra son baratas y no cerca de donde vive la gente. Además, se desperdicia demasiada energía para enfriar las enormes computadoras.
El océano puede resolver estos problemas. Las corrientes oceánicas pueden generar energía suficiente para que los centros de datos submarinos funcionen. El lecho marino es lo suficientemente frío como para enfriar los componentes de computación que están dentro de la cápsula. Como la mayoría de la gente vive cerca del océano, el colocar centros de datos bajo el agua podría incrementar la velocidad de acceso a la información almacenada en la nube de Microsoft.
El experimento tuvo tanto éxito que Microsoft operó el centro subacuático de datos por 75 días más de lo planeado. Incluso empezó a manejar datos de los clientes en ellos, de acuerdo con Peter Lee, vicepresidente corporativo de Microsoft Research NExT.
Microsoft ya sacó del agua el centro de datos experimental para analizarlo. El siguiente paso es sumergir y probar una cápsula más grande que tendrá aproximadamente cuatro veces más potencia computacional.
A diferencia del primer experimento, la siguiente cápsula se equipará con turbinas que convertirán las corrientes oceánicas en electricidad.
No se sabe a ciencia cierta si los centros subacuáticos de datos serán un producto viable. Sin embargo, Microsoft está decidido a intentarlo poco a poco.
“Nuestro primer experimento fue como meter el dedo meñique en el agua y ahora vamos a meter el pulgar”, dijo Lee.
Sin embargo, Microsoft sigue analizando los efectos ambientales del experimento. Los centros de datos son calientes y ruidosos, lo que podría ser nocivo para la vida oceánica.
Microsoft afirma que el calor neto de los centros subacuáticos de datos será nulo porque el océano mismo generará la energía que necesitan para funcionar, una teoría confusa pero científicamente acertada. También se determinó que los camarones y cangrejos que viven cerca de allí sofocan el ruido que produce el centro subacuático de datos.
Además, los centros de datos se construyen con materiales reciclables y Microsoft cree que la huella total de carbono de los centros subacuáticos de datos será “radicalmente menor” que la de los centros terrestres actuales.
En vista de que la nube está creciendo, los analistas del sector creen que aún no se ha construido la mayoría de los centros de datos del mundo. La construcción de un centro de datos toma al menos dos años, una eternidad en el sector de la tecnología.
En consecuencia, Microsoft construye sus centros de datos pensando en el futuro e instala más potencia computacional y espacio del que necesita.
Lee cree que la opción subacuática puede hacer que la construcción de centros de datos deje de ser un proyecto de construcción y se traduzca en empleos en el sector manufacturero.
“¿Qué pasaría si pudiéramos sacar estas cápsulas en una línea de producción?”, se preguntó. “Podríamos tener un centro de datos, desde la concepción hasta la operación, en 90 días. Eso es radicalmente diferente respecto a lo que ocurre actualmente”.
FUENTE. CNN