Para que tengan idea de cómo está la inseguridad en Coatzacoalcos, baste comentarles un hecho, que se multiplica por decenas cada semana o cada mes. Resulta que un empresario xalapeño –cuya actividad ha oscilado entre los medios de comunicación y las relaciones públicas— decidió pasar el fin de año en antiguo Puerto México. Pero apenas había terminado de desempacar sus maletas cuando recibió una llamada telefónica a su habitación de un extraño quien le advirtió que iba por él para secuestrarlo. Llama la atención los datos precisos que tenía el delincuente sobre la víctima. ¿Quién proporcionó esa información?, ¿acaso empleados del hotel coludidos con el crimen organizado? Por fortuna, nuestro amigo se puso abusado y de inmediato habló a Xalapa, concretamente a la Secretaría de Seguridad Pública. El Comandante Drako se puso a su disposición. Escoltaron al inversionista y lo ayudaron a salir de la ciudad.