Entrega Miguel su declaración patrimonial

Cada vez que me reúno con prominentes priistas, me convenzo que no sólo es mi percepción personal la que me hace pensar que el PRI, como nunca en su historia en el estado, está en serio riesgo de perder por primera vez la elección para la gubernatura del estado el próximo 5 de junio.

Ya no los escucho triunfalistas como antaño y como hasta hace poco estaban; ya no los escucho contundentes asegurar que no sólo van a ganar sino que van a barrer en las elecciones como en los mejores tiempos del tricolor; por primera vez los oigo aceptar adelantadamente que van a perder varios distritos en las elecciones para las diputaciones locales.

Ayer, un miembro de la clase política priista me decía que se critica que el cuasi candidato único de su partido, Héctor Yunes Landa, no despierta entusiasmo en sus actos de precampaña, pero me hacía ver que es que este tiempo lo está dedicando para reunirse sólo con la estructura tricolor; que será ya en la campaña cuando se abra con todo el electorado y realice actos masivos.

Me decía que una cosa que están cuidando es no rebasar el tope económico marcado por la ley electoral, argumentos todos en los que puede tener razón, pero, sin embargo, en todo caso, eso mismo valdría para el principal opositor, Miguel Ángel Yunes Linares, de la alianza PAN-PRD, quien en cambio se está haciendo notar más mediáticamente y por sus propuestas de campaña que ya está haciendo.

Será cuestión de estrategias, pero pienso que si en el tricolor creen que la precampaña debe ser sólo con la estructura y no se abren y no le meten toda la carne al asador desde ya, dado que es muy corto el tiempo que falta para los comicios, están perdiendo un valioso tiempo que después podrían no recuperar, a la vez que el candidato azul-amarillo empieza a posicionarse bien y a tomar distancia.

Con un ingrediente extra, fundamental, yo pensaría que clave para enfilarse hacia un triunfo seguro: en mi medio, el periodístico, escucho que la oposición estaría no negociando sino ya acordando, en forma constante y sonante, y en forma abundante, el manejo de imagen y publicitario cuidando todos los aspectos legales, lo que nadie rechaza por la crisis económica y porque por el lado institucional no ven nada claro sino puras promesas y sin fechas.

Al inicio de semana, cuando se iniciaron las precampañas, las encuestas serias, las que tienen adentro, daban 26 puntos porcentuales para Héctor Yunes Landa contra 24 de Miguel Ángel Yunes Linares, o sea sólo dos puntos porcentuales de diferencia, prácticamente nada, por lo que habrían arrancado con un empate técnico, con el dato adicional de que el azul no tiene toda la estructura de gobierno y partidista que posee el tricolor, ni humana ni económica, lo que haría más meritoria la posición que ocupa.

Las cifras, los números son fríos, pero contundentes. En la elección para gobernador en 2010, el PRI, en alianza con el Partido Verde, alcanzó un millón 356 mil votos, mientras que el PAN, aliado con Nueva Alianza, obtuvo un millón 277 mil sufragios, una diferencia de 79 mil votos en números redondos. Pero atrás de ellos quedó el PRD, que jugó en alianza con el PT, que alcanzó 401 mil votos, los que en esta ocasión harían la gran diferencia a favor del partido blanquiazul para derrotar al tricolor con holgura.

De más está decir que esta vez también juega a favor de la oposición la mala, pésima imagen del Gobierno del Estado, priista, que un día sí y otro también da notas negativas que impactan en el electorado y lo predisponen a buscar otra opción, a darle por primera vez la oportunidad a la oposición, cansada del uso y abuso del poder que han hecho los priistas, especialmente en los dos últimos sexenios.

Pero, decía, cada quien su estrategia, y hasta ahora la ciudadanía percibe que es Miguel Ángel Yunes Linares quien está haciendo ya propuestas para frenar el desorden que tiene el actual gobierno, proponiendo soluciones posibles, pero, además, usando el discurso que el electorado quiere escuchar: el de que va a castigar a quienes han causado grave daño al erario público, haciéndolos pagar por lo que dispusieron indebidamente, poniendo nombres y apellidos.

Sus opositores dirán que es ofrecimiento de campaña, lo cual en parte es cierto, pero también lo es que el candidato azul-amarillo está dando pasos en el sentido correcto, como el de la firma ayer de la iniciativa ciudadana “3 de 3”, que entregó en las oficinas de Transparencia Mexicana (capítulo de Transparencia Internacional en el país), una organización de la sociedad civil no gubernamental dedicada al combate de la corrupción en México.

Ello le sirvió para decir en su boletín de prensa (que envió a las cuatro de la tarde) que con esa acción muestra su “claro compromiso de combate a la corrupción, de honestidad y de transparencia en el manejo de los recursos, y de sanción a quienes quebraron las finanzas de Veracruz por apropiarse ilícitamente de los recursos públicos”.

Y, claro, metió su speech propagandístico: “Los veracruzanos estamos hartos de la corrupción y sabemos que en esta práctica se encuentra el origen de muchos de los problemas que vivimos, porque los recursos públicos en lugar de destinarse a obras y acciones de beneficio social van al bolsillo de malos funcionarios, como ha sucedido en el Gobierno de Javier Duarte”.

O sea, dio donde duele y dijo lo que no puede expresar su contrincante Héctor Yunes Landa, o no de forma tan abierta. Dejó ir la estocada: “La decisión de hacer pública mi declaración patrimonial, así como la fiscal y de intereses, es una clara muestra del compromiso que asumo con la honestidad y la transparencia”.

Hizo un ofrecimiento concreto: dijo que una de sus primeras acciones como gobernador será firmar un convenio con Transparencia Mexicana y otras organizaciones ciudadanas similares para que participen en la supervisión de todos los procesos de licitación de obras y de adquisición de bienes y servicios. Reiteró nuevamente que creará una Fiscalía Especializada para combatir la corrupción y perseguir a los malos funcionarios que en los últimos doce años quebraron a Veracruz.

El domingo había abierto su precampaña tocando un asunto toral que preocupa a todos los veracruzanos: el de la violencia e inseguridad. Informó que para resolver esta grave situación y bajar cuando menos en un 50% los delitos en dos años, como Gobernador haría lo siguiente:

1.- Mientras se resuelve la situación de emergencia, fortalecerá la coordinación con el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y la Procuraduría General de la República.

2.- Despedirá de inmediato a todos los policías que reprobaron los exámenes de control de confianza, un total de 2,237 equivalente al 35% del total, dándoles seguimiento a sus actividades para evitar que se incorporen a la delincuencia.

3.- Formará una sola policía estatal, sometida a los más estrictos controles de confianza y capacitación, bien equipada, con sueldo digno, seguridad social y posibilidades de ascenso.

4.- Creará 10 regiones de atención prioritaria a la seguridad pública, que corresponderán a las zonas de mayor incidencia delictiva. La policía estatal se desconcentrará en ellas y estará al mando de un funcionario de alto rango y capacidad de decisión inmediata. Vigilarán carreteras y caminos estatales y apoyarán a las policías intermunicipales y municipales de la región.

5.- En las 9 zonas conurbadas del estado, incluyendo Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla, se fundarán policías intermunicipales, con las mismas características y condiciones que la estatal y bajo una muy estricta supervisión ciudadana.

6.- Todas las policías estarán coordinadas entre sí y el Gobernador del Estado evaluará mensualmente su actividad y eficiencia.

7.- La misión de todos los cuerpos de seguridad será prevenir los delitos para evitar que los ciudadanos se vean afectados en su vida, integridad corporal, libertad o patrimonio.

8.- Se contratarán servicios de alta tecnología para llevar a cabo tareas de inteligencia y así prevenir los delitos y perseguir a los delincuentes. El C4 se pondrá al servicio de la seguridad pública. Dejará de ser un centro de espionaje de adversarios políticos.

9.- Investigará los vínculos del Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, con la delincuencia organizada y con las bandas que operan el secuestro, el robo de autos, la extorsión y otros delitos y exigirá a la Procuraduría General de la República que también actúe en su contra.

10.- Exigirá su renuncia a Luis Ángel Bravo Contreras, Fiscal General del Estado, “por su complicidad y encubrimiento de las actividades delictivas de Javier Duarte y de diversas organizaciones criminales que operan en Veracruz”. Si no acepta renunciar de manera voluntaria se iniciará juicio político en su contra para removerlo del cargo.

Si Miguel Ángel hace a un lado su belicosidad y sigue por el camino de las propuestas y de los hechos como el de ayer, estará dando la razón a los tricolores de estar preocupados por el futuro político incierto que tienen desde ya.

El pasado 26 de enero, publiqué en “Prosa aprisa”, a propósito del registro del priista Héctor Yunes Landa como precandidato de su partido (“¿Limpiar la casa pero no barrer para atrás?”): “Expresó Yunes Landa que aspira a ser un gobernador honesto y que está ‘limpio. No tengo en mi pasado hechos que me avergüencen, víctimas que me señalen, riquezas que empañen el nombre que voy a heredar a mis hijos’, que es honesto y que carece de cuestionamientos sobre su ‘decencia’, lo cual suena bien aunque hubiera estado mejor que hubiera hecho lo mismo que la precandidata priista de Aguascalientes, Lorena Martínez, ex titular de la Profeco, quien declaró ayer que hará pública su declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses (Tres de Tres, según Transparencia Mexicana) cuando sea su registro ante la autoridad electoral de su estado, aunque adelantó que su patrimonio asciende a poco más de 16 millones de pesos”.

Héctor no lo ha hecho. Miguel Ángel le ganó el brinco. Estando tan cerrada la pelea, cada punto contará y puede hacer la diferencia. El panista ganó ayer uno.

(Anoche –20:43 horas–, cuando me disponía a distribuir esta columna, llegó un boletín de prensa del PRI atribuyendo al dirigente estatal, Felipe Amadeo Flores Espinosa, haber aplaudido la decisión de Héctor Yunes Landa de dar a conocer también ante notario público su declaración patrimonial, fiscal y de intereses, así como la de de su esposa y los bienes de sus tres hijos, aunque no dijo con qué notario ni cuándo.)