Al igual que la fábula aquella de Pedrito y el lobo para algunos funcionarios estatales la credibilidad es nula.
Al contralor general del estado, Ricardo García Guzmán, le viene a la perfección el saco debido a sus declaraciones en torno a las observaciones de malos manejos que llegan desde el altiplano.
Y es que el flamante contralor, hace algunos meses, se ufanaba y hasta conferencia de prensa dio, para anunciar que con la Auditoría Superior de la Federación (ASF) todo marchaba sobre ruedas y ya estaba solventado el daño patrimonial que la dependencia federal detectó, o al menos hablaba de hasta un 90% de avance.
Nada más alejado de la realidad ya que, apenas ayer martes 17 de febrero, la ASF al presentar su Informe de Resultado de la Cuenta Pública 204, volvió a posicionar a Veracruz en primer lugar en cuanto a observaciones por malos manejos y retención de recursos se refiere.
¿En verdad Ricardo García Guzmán piensa que los veracruzanos nos chupamos el dedo? ¿O supone que sacando un escueto comunicado de prensa los veracruzanos se van a tragar aquello de que todo va bien y en coordinación con la ASF?
Contralor, no ofenda la inteligencia de sus paisanos, por favor despida a sus asesores o infórmese bien, porque el pensar que con un boletín de prensa se va a detener la bola de nieve que pesa en su contra y el Gobierno que usted representa, simplemente es como rogarle a “San Juditas” que nadie se dé cuenta de lo evidente.
Menuda tarea le viene a Ricardo García Guzmán al frente de la Contraloría General del Estado, que ha dejado más que claro que de sus supuestos convenios de colaboración con la Auditoría Superior de la Federación, solo él tiene conocimiento, porque en el altiplano siguen ventaneando las malas decisiones en cuanto a manejo de recursos y transparencia se refiere.
Al igual que Pedrito y el lobo, a don Ricardito ya nadie le cree.