Charlotte Bryant, una chica de 20 años residente de Gales, visitó a tres médicos antes de dar a una luz a su hijo y jamás supo que estaba embarazada.
Ni siquiera a los 9 meses de gestación los doctores pudieron decirle que estaba esperando un hijo. ¿Por qué? pensaron que se encontraba estreñida.
“Fui al médico pero me dijeron que lo mío era dolor de espalda y que estaba estreñida; me dieron analgésicos”, contó Charlotte.
Pero todo cambió cuando le recetaron laxantes en polvo, pues al tomarlos sintió una urgencia de ir al baño y entonces… tuvo a un bebé. Ups.
Por supuesto, los periodos menstruales de la mujer eran completamente regulares y nunca sospechó que lo que tenía dentro era un ser humano.
“Me senté en el inodoro y sentí algo muy extraño entre mis piernas. Era como pop, pero se sentía como si viniera de un lugar equivocado. Sentí la necesidad de empujar y luego al mirar hacia abajo y vi una cara mirando a mí. Fue absolutamente surrealista”.
El pequeño Joshua nació en segundos (por suerte) y Charlotte gritó: “¡He tenido un hijo!”.
Envolvió a su bebé en una toalla y más tarde, seis paramédicos llegaron para atender a Joshua, que sufría una infección de pecho.
Ahora, sus padres lo consideran un “milagro”.
Con información de Metro.