Cuentan que el Cónsul le pidió a Osorio Chong permiso para darse una vueltecita por tierras veracruzanas, allá por abril y mayo, meses en los que no sólo estará muy elevada la temperatura ambiental sino también la política.
En ese período se concentrará lo más álgido de las campañas a la gubernatura.
Y el Cónsul lo sabe; él quiere estar en el ajo.
Dicen que el candidato no se opuso a que venga el Cónsul, pero la advertencia fue muy clara: nada de apariciones en público, nada de protagonismos, nada de estridencias.
Si acaso, que el Cónsul sirva como kriptonita del Turco. Pero de bajo perfil. Nada más.