Felipe Amadeo, un error en el PRI

La renuncia de Roberto López Delfín a su militancia priista puso en evidencia el error que representa el haber colocado a Felipe Amadeo Flores Espinosa al frente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional.
Evidentemente, quienes pensaron que la experiencia de Amadeo Flores era un punto favorable a la campaña priista, se equivocaron porque el ex diputado federal encabezó una etapa oscura al frente de la Procuraduría de Justicia del Estado durante el primer tramo del presente sexenio; en ese contexto, López Delfín puso el dedo en la llaga al referirse al paso de Amadeo por ese cargo.
En su carta de renuncia a su militancia en el PRI, el ex secretario particular del gobernador Miguel Alemán expone un caso que ilustra a la perfección el desempeño de Flores Espinosa al frente de la Procuraduría, en una etapa duramente criticada por la ineficiencia en la procuración de justicia.
Roberto López Delfín escribe: “Pido me disculpen por argumentar mi dicho con un testimonio personal: como miles de veracruzanos he sido víctima de la violencia en estos últimos años. Como es público, hace poco más de 3 años, la noche del 30 de septiembre del 2012, un grupo de 4 malhechores irrumpieron en mi hogar para robar y dispararon contra mí y mi familia, recibiendo mí mujer 2 tiros en la cara.
A pesar de haber sido identificados, los criminales están libres, pues su cabecilla, un asesino confeso que fue capturado y que reconoció sus fechorías y motivaciones, escapó de una prisión estatal unos meses después de su encarcelación, siendo Procurador General de Justicia quien ahora ocupa, por segunda ocasión, el cargo de máximo dirigente estatal del PRI en Veracruz, sin que a la fecha, haya sido recapturado tan peligroso delincuente, ni se haya encarcelado a ninguno de sus 3 cómplices, mismos que fueron sujetos a proceso, pero liberados por la justicia penal que ha hecho de la inseguridad, la corrupción y la impunidad, la forma de lidiar con los crímenes en Veracruz.”
Esta historia, agrega López Delfín, “es una entre miles, más terribles. Como muchos otros veracruzanos, mi familia y yo hemos debido contentarnos con superar en lo posible lo ocurrido, soñando un Veracruz mejor, uno en el que tragedias como las nuestras no se repitan, como lamentablemente acontece. ¿Cuántos crímenes más quedarán impunes?”.
El problema para el PRI radica básicamente en el hecho de que el partido cosechará toda la inconformidad de los agraviados por una ineficiente procuración de justicia, durante el periodo en que estuvo al frente de dicha dependencia Felipe Amadeo Flores.
En pocas palabras, si Amadeo no fue capaz de procurar justicia para los veracruzanos, ¿cómo lo será para llevar las riendas del partido en un proceso tan competido como el presente? Dicho de otra forma, Flores Espinosa carece de autoridad moral para, como líder del PRI, cuestionar a la presente administración estatal en muchos rubros, como sí lo hace, de manera valiente, contundente y congruente, el precandidato del partido al gobierno estatal, Héctor Yunes Landa.