El entrenador de Halcones Rojos de Veracruz, Eddie Casiano Ojeda, manifestó que difícilmente el equipo de baloncesto continuará en activo el próximo año debido a la falta de pagos por parte de la directiva hacia los jugadores.
“No creo que haya equipo el año que viene, con todo lo que ha pasado y a pesar de que tenga contrato tendrían que pasar muchas cosas para que yo regrese”, lamentó en entrevista ofrecida en las instalaciones del Auditorio “Benito Juárez” del puerto de Veracruz.
Asimismo, reconoció que se trata de una situación difícil e incómoda tanto para él como para sus pupilos.
Y es que este viernes al mediodía, los jugadores se negaron a entrenar en la duela de “la casa de los Halcones” como medida de protesta ante los adeudos que la directiva tiene con ellos.
Por último, Casiano Ojeda mencionó que debido a tal situación, se pone en riesgo la participación del elenco en la última serie de la temporada regular de la LNBP ante Correcaminos en Ciudad Victoria, programada para el jueves 3 de marzo y sábado 5 del mismo mes en calidad de visitante.
O les pagan o se van… ¡antes de acabar la temporada!
Los caminos se les han cerrado a los Halcones Rojos, que anunciaron de manera oficial que la continuidad del equipo en la presente campaña de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional dependerá del pago a los activos del club.
Desde diciembre la noche le cayó al equipo jarocho, que por más que quiso rescatar el barco y desestimar a los que se bajaron del barco pues la realidad los alcanzó.
Desde el jueves se corrió el rumor que los jugadores habían puesto en jaque a la directiva que preside el diputado federal Tarek Abdalá Saad, a falta de una serie para que termine la temporada regular.
Además, los Halcones Rojos son terceros de la tabla general, por lo que están clasificados a la postemporada, que tampoco se jugaría, convirtiéndose en el segundo equipo veracruzano en vivir una situación así, ya que en antaño algo similar vivió la extinta Ola Verde de Poza Rica.
La directiva emplumada tiene la solución en su lado de la cancha. Deben pagar (con el respaldo del Gobierno estatal) para evitar el vergonzoso desenlace, que es el colofón a la crónica de muerte anunciada, ya que fue irresponsable jugar la temporada acarreando deudas millonarias (en dólares) del pasado.