Los Ángeles… Ya la boda estaba en curso. Ella, hermosa con su vestido blanco; él, como un dandy, presto a desposar a la novia…
Sí, la ceremonia se llevaba a cabo con un protocolo digno de la mejor boda del siglo, cuando de pronto, la bella doncella fue presa de los nervios.
¿Quiere ser la esposa?”, se escuchó y de pronto…
Una risita traicionera antecedió a la carcajada… ¡Stop! La unión matrimonial fue interrumpida por varios minutos.
Al final, el sello de todo acto nupcial: Un beso.
FUENTE. EXCELSIOR
https://www.youtube.com/watch?v=nuI7x5uOz7Q