El “pobre Chapo”

Está fuerte la estrategia de victimización del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, a quien se está presentando en los medios casi casi como si fuera un preso político sometido a todo tipo de torturas, para lo cual ha entrado a escena su esposa Emma Coronel, quien ofrece entrevistas a diestra y siniestra en plan lloroso.

Lo que destaca del nuevo rumbo que ha tomado su caso es que el capo ahora quiere que lo extraditen a Estados Unidos antes de que en el penal del Altiplano “acaben con él”, lo que más bien da a qué pensar. No hay que olvidar que en el vecino país se aplica el programa de testigos protegidos al que se acogen muchos delincuentes que, a cambio de “soltar la sopa” sobre sus vínculos y complicidades con la clase política, reciben beneficios como la prisión domiciliaria.

Así que no dudamos que por ahí vaya la jugada del “Chapo” que, en una de ésas, y ante la tendencia hacia la legalización de las drogas en la Unión Americana, pase de ser un peligroso criminal a un próspero “empresario” mariguanero.

Cosas veredes.