“Los espíritus vulgares no tienen destino.” – Platón.
Alerta roja… ¡Veracruz está en riesgo!
Ese fue el llamado que hizo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong tras tener reportes de toda las series de inconformidades sociales que se sufren y viven en la entidad – reclamos de pensionados, maestros, estudiantes becados, proveedores, campesinos, padres de desaparecidos-.
Javier Duarte no abona y si complica todo el escenario electoral del estado, es lo que habría expresado el dossier remitido al titular de la dependencia responsable de garantizar la gobernabilidad interior del país.
La reciente visita de Manlio Fabio Beltrones a Veracruz, fue para transmitir el mensaje del responsable del War Room en Bucarelí, quien le mando todo su respaldo a Héctor Yunes Landa, con la consigna de poder darle la certeza de que la federación no lo dejará solo.
Y es que ciertamente la presencia del gobernador Duarte al frente del gobierno estatal se ha convertido en un lastre, que más que beneficiar al PRI en su aspiración por preservar la gubernatura, lo trastoca y lo lastima.
La situación ha llegado a niveles ya insostenibles, al punto tal de confrontar al mandatario estatal con la cúpula en el poder que no entiende de dónde saca aun arrojos de grandeza cuando todos observan como su nave se ha ido a pique.
Se sabe que las estadísticas en poder del titular de Gobernación, confirman que la tendencia priista aventaja al proyecto panista y perredista de Miguel Ángel Yunes Linares, a quien con una maniobra magistral habrían ya propuesto una salida honrosa que le permita mantener el coto de poder ganado a pulso con los años en Veracruz, sin poner en riesgo la corona denominada Veracruz.
Y es que durante el fin de semana, en el Campo Militar No. 1 en la Ciudad de México se habría suscitado un encuentro de alto nivel entre el aspirante Aliancista de “Unidos para rescatar Veracruz” y el secretario Particular del propio titular de Gobernación, Gerardo Alejandro González Espinosa, con quien dialogo largo y tendido por espacio de cuatro horas.
Los amarres del propio Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones tenían como objetivo presentarle una serie de propuestas al diputado federal con licencia, en el sentido de que los números simplemente no le alcanzarán para poder alzarse con la victoria en la entidad, en cambio si se lograrán ganar para su coalición los estados de Oaxaca y Quintana Roo.
Se sabe que los beneficios directos propuestos al choleño son los siguientes, primero respetarían su estrategia de presentarse ante el electorado, la cual seguirá siendo la de señalar, acusar y atacar a Javier Duarte.
Segundo, habrá un desistimiento de los procesos judiciales federales en su contra, resultado de su paso por la Dirección General del ISSSTE siendo presidente Felipe Calderón.
Tercero, detendrán todo proceso existente contra su hijo el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, por su paso en la función municipal.
Por último se posicionara al senador Fernando Yunes Márquez para contender por la alcaldía del puerto de Veracruz, en el próximo proceso electoral de 2017.
De esta manera, da lo mismo para el War Room que el propio Duarte se quede o no como mandatario estatal, el proceso de juicio político continúa su curso y ya no lo detendrán, así como lo declarado por los propios integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en voz de Beatriz Pagés Rebollar quien sentenció recientemente para el Diario Reforma «El Gobernador debería renunciar, ya debió haberlo hecho, no ayer ni antier, sino desde el año pasado. El Gobernador ha sido frívolo en su manera de operar y cada vez que se presenta una tragedia sale con una gracejada. «La pregunta es ¿si el Gobernador es amigo o enemigo de los veracruzanos? Es enemigo de los estudiantes y también de los más pobres, ¡eso no es un Gobierno!», sentenció la integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
De igual modo, llama la atención lo externado por el presidente de ese mismo instituto político, Manlio Fabio Beltrones, al sostener que “el juicio del jefe del ejecutivo estatal se escribirá no en un linchamiento momentáneo, sino históricamente en los próximos años”.
El mensaje es muy claro a Javier Duarte lo han dejado terminarse de pudrir, es un cadáver político que tendrá su justo y merecido castigo, mientras al PRI lo que le importa se llama salvar a Veracruz.
Al tiempo.
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