Para eso nos gustaba Roberto López Delfín, quien una semana después de su incendiaria carta de renuncia al Partido Revolucionario Institucional, este sábado envió otra, dirigida a “la opinión pública”, en la que se desiste de su anterior escrito y pide que se “tenga por no presentado”.
“Me desisto del mismo y solicito que se tenga por no presentado. En ninguna parte de mi escrito generalizo juicios o descalifico al Partido Revolucionario Institucional ni a la Administración Pública Estatal. Me disculpo públicamente si alguno de sus militantes o miembros se reputó (sic) agraviado”, dice el “mea culpa” del ex secretario particular de Miguel Alemán Velasco.
Y tras reiterar su “confianza” en las “instituciones de la República legalmente constituidas y en funciones”, un arrepentido López Delfín señala que “debemos elegir para gobernador cada uno de nosotros, al hombre más limpio; al más comprometido; al que tenga la trayectoria más transparente; para fundamentar una nueva etapa de trabajo institucional en Veracruz”.
¿Cuánto nos habrá costado el “regreso al redil” del señor López?





