Mujer, ya no te dejes

En todo el mundo conmemoraron ayer el Día Internacional de la Mujer.
Es cierto que hay muchos avances, sin embargo, el rezago, el abandono, la marginación, la violencia, el acoso, el maltrato, la sumisión, siguen siendo el pan de cada día de la mayor parte de las mujeres.
Y lo que es peor es que muchas si son conscientes pero igual lo aceptan.
¿Un asunto cultural?
No creo.
Al menos no con las mexicanas.
Queda claro que muchas tienen su estilo, y aunque a veces pareciera que no, pero saben como aprovechar también su condición para no verse tan en desventaja con los hombres que tienen que tratar y obtener algún provecho.
Y un número muy reducido definitivamente no se dejan y logran ponerse a la par, o por encima de los varones.
Pero en general estas damas son realmente muy poquititas.
Este día de festejo, debe ser un buen momento para que levanten la voz y se hagan escuchar en el mar que significa el machismo acendrado de los mexicanos y en general del género masculino.
Es necesario, es urgente, que cada vez más, todas aquellas que sufren maltrato de cualquier índole lo denuncien.
Recuerden:
El valiente vive hasta que el cobarde quiere. Aunque los cobardes aquí sean los hombres.
El maltrato no es solo físico, no solamente las golpean hasta causar severos daños; también lo hay sexual, la ley hoy reconoce que no importa que haya un matrimonio de por medio, puede existir violación si la mujer es ultrajada, si es penetrada sin consentimiento; hay desgraciados mal nacidos que violan a sus hijas o hijastras sin importar su edad, y los que se meten con las ancianas; siempre sometiéndolas por el miedo.
Existen los malditos que dañan económicamente a sus parejas; y desde luego los perversos jefes que las acosan sexual y laboralmente, las martirizan y agobian hasta que logran llevárselas a la cama sopena de perder la chamba, o que trabajen de más por el mismo sueldo, incluso haciendo las tareas que debería hacer otro varón.
Pero no es todo, actualmente se reconoce también la violencia emocional y mental, donde el sujeto abusa de la vulnerabilidad de las mujeres que están a su alrededor.
En muchos, pero muchos, demasiados casos, la violencia se mantiene por que las mujeres no denuncian, no acuden a las autoridades judiciales, a la policía, a la fiscalía especializada o las oficinas que existen en diferentes instancias municipales, estatales o federales para apoyarlas.
Razones para no acudir a presentar denuncia son muchas, destacando el miedo al perverso maltratador, que no se conforma con dañarlas si no que se mete con sus propios hijos.
Es como los extorsionadores que por teléfono secuestran virtualmente a sus víctimas bajo amenazas consiguen dinero.
¡Claro que no hacen nada!
Son muy cobardes, aunque presuman de astutos, poco hombres aunque se vistan de machos.
Ustedes mujeres no pueden, ni deben por ninguna circunstancia dejarse vulnerar por ningún imbécil.
Claro que no.
En ninguna de las formas de hostigamiento y maltrato.
Son muy valiosas para la sociedad y para la propia existencia de nuestra especie.
Son la cabeza de la base de la sociedad.
Su ausencia hoy se resiente porque la falta de valores están ganando el terreno, por eso hay mas narcoinfantes en la calle, más niños sicarios.
Las necesitamos fuertes y valientes, que sepan que siempre cuentan con el respaldo de alguien.
Siempre, eso nunca falla.
Pero, insisto, si es urgente que sean valientes, levanten la cerviz y no se dejen aplastar por nadie bajo ninguna circunstancia.
Son una creación divina y así deben continuar.
Pero tienen que levantarse y no doblegarse.
Que este Día sirva para alzar esa voz y para que los que se dicen hombres, muestren esa hombría y protejan a la semilla de la sociedad que vivimos.