Por Edgar Hernández*
¡Que orgullo ser universitario!
Veracruz se paralizó cuando maestros, alumnos, lo mejor de la ciencia y la cultura, así como el deporte y la música acompañados de una nutrida ciudadanía, se volcaron por las calles de las más importantes ciudades de Veracruz –la ciudad de México incluida- en repudio al gobierno de Javier Duarte.
Que difícil ha de ser para un gobernante observar por entre las cortinas de su imperio de papel ese brutal rechazo a su persona y las consignas, esas que duelen al señalarlo de todo menos de honesto.
Bajo un verdadero chaparrón que no arredró a la comunidad universitaria que encabezados por su rectora Sara Ladrón de Guevara, marcharon desde el campus de la UV a la Plaza “Regina Martínez” otrora Sebastián Lerdo de Tejada.
“No me los vayan a tocar ni con el pétalo de una rosa”, fue la orden que recibieron del gobernador que muy seguramente escondido bajo su escritorio recibía el reporte de miles de marchistas –seis mil en Xalapa, dos mil en el puerto, mil 400 en Coatzacoalcos- exigiéndole el pago de dos mil 200 millones de pesos no entregados por su administración a la segunda más acreditada universidad pública del país.
En Xalapa marcharon por tres frentes.
Gente de todas las edades, la alegría de los estudiantes portando carteles y lemas en contra de la persona del gobernador –hasta botargas con la cara de Duarte aparecieron-, pensionados sumándose, colonos desposeídos, la misma burocracia de gobierno y las amas de casa en ejemplar muestra de que es posible la unidad ante el abuso de poder.
Pobre de nuestro gobernante.
Da pena observar cuanto lo desprecian sus gobernados. Con un poco de dignidad ya se hubiera ido.
Pobre que se aferra a un gobierno que no lo es al extraviarse hace mucho la gobernabilidad en los entresijos de la inseguridad pública, el saqueo indiscriminado de las arcas públicas y la pobreza extrema.
A las 11 en punto de este jueves 10 de marzo partió la caravana encabezada por una digna rectora que en las últimas horas fue objeto de un cobarde ataque mediático en donde se metieron hasta con la familia, ya sabe usted, típico de este gobierno limpio de pecado???
La gente por millares se fue sumando. No importó el frío. La Surada les valió madres. Mientras el gobierno del estado desaparecido.
Ni siquiera las autoridades de tránsito comprometidas a apoyar el ajuste vial ante el desplazamiento de los marchistas, se hizo presente. Palacio de Gobierno cerrado con candado.
Acaso como pálida defensa a la postura gubernamental, el desacreditado y señalado represor de pensionados Flavino Ríos Alvarado, desde su achicada Secretaría de Gobierno, se la pasó desde anoche llamando a columnistas y la prensa amiga para pedir publicaran el respeto del gobierno a la libertad de expresión. Muy pocos lo pelaron.
El evento en la explanada de Catedral solo duro unos minutos. No necesitó más. El gobierno del estado hace mucho está enterado de los reclamos financieros y la opinión pública nacional e internacional en indeclinable apoyo.
Habrá que esperar dentro de 15 días a que vuelva a aparecer el gobernador. Será un lunes, para que dé una conferencia de prensa entre sus empleados porque ya ni la prensa ginista asisten y explique “con palitos y bolitas” que ya pagó, que los que deben son ellos, que no les va a dar un quinto más y que vivimos en el paraíso terrenal.
Llamó la atención la marcha de las sombrillas. Más la muestra de unidad. El repudio generalizado al señor Duarte y el que no se va a dar un paso atrás en sus exigencias.
Lo que solicita la UV es un dinero que ni siquiera salió de las arcas estatales es un dinero federal que se depositó en finanzas y que nunca fue entregado, igualito que como le hicieron con los donativos de la Cruz Roja que hasta eso se han embolsado.
Hoy, como dirían los clásicos, la historia de la UV continúa de cara a una indolente federación que le importa un bledo lo que pasa en Veracruz. La complicidad va más allá de un “problemita de dinero con la UV”.
Al presidente Peña Nieto lo único que le importa de Veracruz son esas magníficas selfies que se toma con nuestras hermosas veracruzanas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo





