Con el fin de aprovechar al máximo los ensilados que desde el otoño se prepararon para proteger los hatos ganaderos y prevenirse ante los meses de seca del presente año, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA) exhortó a los ganaderos a procurar que una hectárea de maíz sirva para alimentar de nueve a 10 cabezas en la época de calor.
Un ensilado bien manejado puede abastecer de alimento a entre nueve y 14 animales en cuatro meses, o hasta a 10 en seis meses, según la zona o la necesidad, siendo ésta la forma más económica, segura y nutrimental de proteger un rebaño, ya que el productor siembra su maíz y el costo por silo no llega ni a los 20 centavos.
Con este sistema se pueden evitar gastos por pago de forrajes más costosos y con menos nutrientes, además de pérdidas de ejemplares durante el estiaje, por lo que, si los ganaderos adoptaran esta práctica se ahorrarían gastos y pérdidas innecesarias.
De esta forma, organizaciones y gobiernos destinarían recursos, que en estos casos se solicitan como apoyo para alimento, a mejorar la calidad genética y reproductiva de los hatos, o al mejoramiento de praderas con mejores variedades de zacate para el pastoreo.
Técnicos de la SEDARPA destacaron que con 20 centavos de inversión por kilo, el productor puede prepararse con diversos tipos de silo, como el de pastel, de trinchera y de bolsa grande o chica; el proceso consiste en picar el cultivo de maíz, con picadora simple o máquinas que desde el surco lo hacen, colocándolo y almacenando hasta 60 toneladas, siendo el de pastel un maíz lechoso que se corta desde el otoño y hasta invierno.
En dicho proceso se aprisiona el maíz para que no guarde aire y se eche a perder, y se tapa con nylon para protegerlo de la humedad; en el caso del silo de trinchera, el material es aprisionado a la pared, y al de bolsa desde el principio se le sustrae el oxígeno; en la época de seca, un rastrojo se compra de 20 a 30 pesos el kilo y de muy mala calidad, casi todo es basura o desperdicio de los cultivos de maíz, mientras que con los ensilados se almacenan materiales ricos en nutrientes, proteínas, energía y carbohidratos.
Si alguien sembrara una hectárea con esos rendimientos, el kilo de silo le estaría costando entre 15, 16 o 20 centavos, razón por la cual es un gran beneficio para el ganadero en dos áreas de la actividad agropecuaria, garantizando el alimento durante el estiaje e incentivando a los productores de maíz, quienes pueden llegar a vender una hectárea para ensilado hasta en 25 mil pesos, precio que en la mayoría de las ocasiones no alcanzan al comercializarlo en grano.