“Duarte, el pesado fardo”

Todos lo han solicitado, pero al parecer no se escucha, por alguna razón inexplicable, Javier Duarte sigue al frente del gobierno de Veracruz, con los costos que esto implica para la elección de este año. Al tricolor le costó buscar al contendiente que pudiera darle la batalla a Miguel Ángel Yunes, ya que será una gubernatura de sólo dos años y tuvo que utilizar su mejor carta para un período tan corto, es por ello que el presidente Enrique Peña le pidió a Héctor Yunes Landa que fuera el candidato. El PRI y el gobierno federal están conscientes que el gobernador pesa demasiado en contra de la campaña priista, es el mandatario más impopular del país de acuerdo a las encuestas, tiene una calificación de 21.9, o sea, absolutamente reprobado. Pero además, es alguien que no está muy consciente de sus acciones y por lo tanto es difícil de controlar; algunos priistas del estado comentan que Javier Duarte se pregunta ¿cómo es que le chiflan y lo critican, si ha hecho todo por los veracruzanos? Así, después de todas las críticas públicas que le ha hecho Héctor Yunes, el gobernador se presentó en la toma de protesta del candidato. Muchos no lo podían creer, el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, cuando vio en la logística que sentarían a Duarte junto al candidato Yunes Landa cambió de inmediato los lugares y se sentó a su lado. Y con un conocimiento pleno de su falta de tacto, Beltrones Rivera organizó que cuando le tocara hablar en el evento, se sentara junto a Yunes Landa el líder de los senadores, Emilio Gamboa, porque Duarte era capaz de buscar la foto con el candidato. Priistas destacados han pedido al presidente que se busque una salida a Javier Duarte para que deje de gobernar el estado, panistas y perredistas han solicitado juicio político, pero a punto de empezar las campañas, el gobernador de Veracruz se mantiene al frente de la entidad sin importar los costos. Pero a estas alturas la pregunta al interior del PRI es: ¿si todavía vale la pena que deje el gobierno? Y en caso de que así sea, ¿cuál sería la salida? Porque es imposible darle una cartera en el gobierno federal, o mandarlo de cónsul, porque dirían que lo están premiando. Han pasado los meses y el PRI tiene que utilizar sus mejores estrategias para que el terrible peso de Duarte no les impacte en la entidad, que es el tercer padrón electoral a nivel nacional.”