Confusa, por llamarle de alguna manera, fue la decisión tomada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para intentar frenar la rapiña en centros comerciales del puerto de Veracruz.
Al presentarse ante una turba que se disponía a desvalijar el centro comercial “Las Brisas”, Yunes Linares ofreció regalarles despensas de 500 pesos este viernes al mediodía, lo que llama sumamente la atención.
Y es que el discurso del gobernador ha sido, desde su toma de posesión, que nadie puede estar por encima de la ley y que quien la infrinja, recibirá un castigo. Pero a los saqueadores de establecimientos comerciales que mantienen aterrorizada a la población de la zona conurbada, y que por ese sólo motivo merecen trato de delincuentes, no sólo no les aplicó todo el peso de la justicia, sino que hasta los va a premiar.
Algo no nos está cuadrando.