Pues resulta que no conforme con haber despedido este lunes a cerca de 200 colaboradores de la SEDESOL del “gobierno” estatal, se les hizo pasar por un suplicio al tener que esperar por más de 6 horas a personal “directivo” de dicha dependencia.
El caso específico es el del déspota Luis Román Campa Pérez, quien arguyendo que se encontraba en una reunión en el municipio de Boca del Río, donde por cierto se desempeñaba hasta noviembre pasado como director de obras públicas del municipio boqueño, no los podía atender pero se les convino a que esperaran a que este nuevo divo de la administración pública llegase a sus oficinas para así proceder a dar una explicación racional, si es que la hay, del por qué este lunes fueron cesados, sin mayor antecedente, los colaboradores de la dependencia estatal.
Ni duda cabe que las voces que hablan de que la mano del hijo incómodo del actual gobernante, hoy presidente municipal de Boca del Rio, Miguel Yunes Márquez está metida en la estructura del gobierno de la entidad.
Ya que Campa hasta hace unos meses era el encargado de la obra pública en aquel municipio, donde por cierto se sabe de muy buena fuente que las obras realizadas, y que tanta publicidad le da el munícipe son infladas en sus estimaciones y subcontratadas a la empresa del nieto de un viejo constructor porteño de origen libanés…