Un clan radiofónico de esta capital pretende impulsar a unos de sus miembros como candidata a la alcaldía de Xalapa. El problema es que en esa familia ya han perdido dos en las urnas. Uno prometió cortar dedos a los ladrones y el otro tuvo la poca sensibilidad de acudir a los actos de campaña en autos de lujo. Lo cierto es que estos empresarios tienen la mala fama de pagar sueldos de hambre a sus empleados a quienes maltratan y explotan. Bien debe el Partido Acción Nacional valorar este contexto porque la dama que busca la presidencia municipal no gana ni en su casilla. Al tiempo.