Donald Trump, que jurará su cargo como presidente de Estados Unidos la próxima semana, confirmó ayer que sumará a su equipo de la Casa Blanca a su yerno, Jared Kushner, desafiando así las reglas éticas de cualquier democracia moderna, que repudian el nombramiento de cargos públicos de relevancia por el mero hecho de ser un familiar, sin tener en cuenta otros méritos.
“Será un miembro invaluable de mi equipo cuando haga funcionar y ejecute mi ambiciosa agenda, colocando al pueblo estadunidense en primer lugar”, afirmó Trump en un comunicado en el que se recoge este polémico nombramiento.
Kushner, exitoso empresario y marido de la hija favorita de Trump, Ivanka, será asesor especial del presidente —un puesto que no requiere confirmación del Senado— cuando su suegro asuma la Casa Blanca el 20 de enero.
Conflicto de intereses. Aunque el equipo de transición de Trump se apresuró a señalar que no recibirá un salario por el cargo, el hecho de que sea yerno de Trump y dueño de diario, además de ser un exitoso empresario inmobiliario, podría generar conflicto de intereses.
Al igual que Trump, Kushner deberá desvelar cómo va a hacer para que sus propios negocios no interfieran con la nueva presidencia, ya que está al frente de una compañía de multimillonarias inversiones inmobiliarias y es dueño de un periódico.
Kushner es el director general de una compañía que está centrada en negocios inmobiliarios en Nueva York y en el vecino estado de Nueva Jersey y que desde 2007 ha completado transacciones por cerca de 13 mil millones de dólares, según datos de la empresa.
Clave para la victoria. De acuerdo con la nota oficial, Kushner trabajará cerca del jefe del gabinete, Reince Priebus, y del estratega jefe de la Casa Blanca, Stephen Bannon, un trío que, según Trump, “formará un equipo de liderazgo efectivo”.
El comunicado destacó el papel que tuvo Kushner en la campaña electoral que culminó con los comicios del 8 de noviembre y dijo que su participación “fue instrumental para formular y ejecutar la estrategia” que llevó a la victoria a Trump en esos comicios.
Ya durante la campaña, el joven empresario, de 35 años, se convirtió en una de las personas indispensables del equipo del entonces todavía aspirante presidencial Trump, al que incluso asesoró, según la prensa, en temas tan sensibles como Oriente Medio. Kushner es judío ortodoxo y su familia ha donado a causas proisraelíes, recuerda en este sentido The Washington Post.
¿Nepotismo o no? Desde 1967, rige en Estados Unidos una ley antinepotismo inspirada, entre otros, por la controvertida decisión del presidente John F. Kennedy de nombrar a su hermano Bobby como fiscal general al frente del Departamento de Justicia, según recuerda el diario El País. La normativa prohíbe a un “funcionario público” nombrar o promover a un familiar suyo en la “agencia” que dirige.