Duarte ya no sabía dónde meter tanto dinero

¡Pa’su má!
En su columna “Serpientes y Escaleras” que publica en El Universal, Salvador García Soto recuerda que el último cateo en busca de Javier Duarte lo realizó la Agencia de Investigación Criminal de la PGR en la Colonia del Valle de la Ciudad de México el 16 de diciembre pasado.
Narró ayer que tras un pitazo ciudadano de que presuntamente el exgobernador de Veracruz estaba en un condominio en la calle Amores, los agentes no lo encontraron pero, pero sí ¡todo un botín!
Hallaron ahí –cita como fuente la averiguación– 7.7 millones de pesos en una caja de cartón, 160 mil dólares americanos en otra caja y en otra más 10 millones de pesos. Prosigue que también encontraron ¡7 cajas fuertes escondidas!, 4 de ellas en un pilar y 3 más debajo de unos sacos que las cubrían. En las cajas fuertes –añade– había centenarios. “En total, el reporte oficial de aquel cateo informó, con la cotización del tipo de cambio del dólar y del oro de aquel día, que Duarte tenía en efectivo, tan solo en esa casa, 23 millones 596 mil 691 pesos que fueron puestos a disposición”.
¡Carajo! Se comprueba que el hoy prófugo se preparó en serio para robar cuando hasta 7 cajas fuertes tenía escondidas, y se comprueba también que robó tanto que ya no tenía ni dónde poner el dinero que hasta lo tuvo que meter en cajas de cartón. Y los veracruzanos, pagando las consecuencias. Y el gobierno de Peña Nieto, sin detenerlo.
Por lo que se ve, tener dinero en efectivo y cajas fuertes en casa era una característica propia de los prósperos. Cuestión de recordar que a la entonces coordinadora de Comunicación Social, Gina Domínguez Colío, a finales de 2013, mientras asistía al tercer informe de gobierno de Duarte en San Juan de Ulúa, le robaron de su casa en La Pitaya muchos millones de pesos, 50 dijeron versiones periodísticas entonces, aunque uno de los varios secretarios particulares del entonces gobernador me platicó un día que habían sido 15 millones y que también se habían llevado 15 expedientes de aspirantes –entonces– priistas a la gubernatura del Estado. ¿Qué hacía con 15 millones de pesos en efectivo en su casa? ¿Por qué no los tenía en un banco? Al asunto le echaron tierra, no obstante que los policías auxiliares que cuidaban la residencia presentaron denuncia para salvar responsabilidad por las armas que les habían quitado, aunque según mi informante ella le echó la culpa al entonces Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien, a su vez, negó la imputación cuando Duarte lo recriminó y entonces las baterías se enfocaron hacia Erick Lagos Hernández, quien era Secretario de Gobierno. O sea, de todos modos, todo quedó en mafiglia, perdón, familia (me equivoqué).
Ayer mismo, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares informó que tiene ya el ofrecimiento de la PGR de que cuando se concluya la investigación esos 23.5 millones de pesos, cash, serán devueltos a las arcas del Estado.

¡Regina da palos en lugar de llamar a la unidad!
Ante la renuncia de Felipe Amadeo Flores Espinosa a la presidencia del PRI estatal, por prelación, de acuerdo a los estatutos del tricolor, sube automáticamente al cargo la Secretaria General, diputada Regina Vázquez Saud.
Ella pudo haberse quedado al frente y conducir los trabajos del proceso electoral municipal de su partido, como se quedó durante casi un año la entonces Secretaria General del CDE, Erika Ayala Ríos, cuando dimitió al cargo Erick Lagos Hernández para irse como Secretario General de Gobierno.
Pero la acayuqueña en lugar de ascender y desde la silla principal del edificio de Francisco Moreno y Ruiz Cortines en Xalapa llamar a la unidad a todos sus correligionarios, desde su nueva posición se dedicó a dar de palos y arremetió concretamente contra la Secretaria General de la CNOP, el sector popular del tricolor, Erika Ayala Ríos, así como contra la Secretaria General adjunta del CDE, Lorena Piñón (mujeres contra mujeres, para variar), y de paso, dando muestras de fuerte convicción priista, amenazó con irse del tricolor (ella ya ha sido panista y la están esperando con los brazos abiertos).
Lo que pasa es el reflejo del verdadero desastre en que está convertido el Revolucionario Institucional, en parte consecuencia de la falta de liderazgo que tuvo Javier Duarte con su partido, y en parte por el abandono en que también lo tuvo el dirigente nacional Enrique Ochoa Reza a partir de que llegó a la presidencia del CEN, quien dejó correr el tiempo y no quiso venir a Veracruz a tener contacto con el priismo veracruzano para escucharlo, sólo por el hecho de que Duarte gobernaba y no se quería encontrar con él.
Mientras, desde primera fila tanto dirigentes del PAN como de Morena se divierten viendo el espectáculo, les aplauden, les piden que sigan y que aquello sea una verdadera lucha libre de dos a tres caídas sin límite de tiempo y, como corolario, de máscara contra cabellera.
¿Cuántas alcaldías ganará el PRI el 4 de junio? Acaso la de Coatzacoalcos con Carlos Vasconcelos Guevara, pudiera ser la de Pánuco con Octavia Ortega Arteaga si Ricardo García Guzmán la apoya, y de ahí en fuera no se ve claro el panorama.

¡Ahí vienen AMLO y Morena!
Y mientras en el priismo traen una batalla campal con miras tanto a la elección municipal de junio próximo como la de 2018, hoy inicia recorrido en el Estado, por la Sierra del Totonacapan y parte de la zona costera, el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
En realidad, el Peje tabasqueño-veracruzano irá a acabar de planchar a un buen número de simpatizantes a quienes ha visitado ya antes el excandidato a gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien se ha movido sin hacer mucha alharaca, como es su estilo.
De hecho, López Obrador inicia el año haciendo proselitismo a favor de su partido en Veracruz, y estará acompañado además de por Cuitláhuac, quien quiere ser candidato a presidente municipal de Xalapa, por la diputada federal Rocío Nahle, del distrito de Coatzacoalcos y futura candidata de Morena a la gubernatura del Estado.
El encuentro por 12 municipios con militantes y dirigentes morenos tiene el siguiente itinerario: este jueves estará en Filomeno Mata, Mecatlán y Coahuitlán; mañana viernes, en Zozocolco de Hidalgo, Coxquihui y Chumatlán; el sábado en Coyutla, Espinal y Tecolutla; y el domingo, en Nautla, Vega de Alatorre y Úrsulo Galván.
Está claro que la verdadera guerra electoral de este año, por lo pronto, será entre el PAN y Morena. En el PAN, un día después de la elección de gobernador, desde el 6 de junio se pusieron a trabajar en la selección de candidatos y candidatas a alcaldes. Unos días después de aquellos comicios, cuando visité la sede de ese partido, estaban metidos ya en la tarea, mientras que en Morena tampoco se han dormido y aunque calladamente han estado en lo mismo.
Qué cosas. Muchos todavía militantes del PRI buscan ser aceptados y postulados por cualquiera de esos dos partidos, que hoy son garantía de triunfo.