Contrario a los resultados que obtiene la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la mayoría de los órganos de fiscalización de las entidades federativas del país fallaron en la detección de los hechos de corrupción de las instituciones locales, pues hubo casos en los que ni siquiera reportaron anomalías.
En octubre de 2016, José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y uno de los más críticos de todo lo que sucede en México, reveló que tres cuartas partes de los órganos de fiscalización superior en los estados reprobaron en materia de autonomía, uno de los principios básicos para revisar la correcta aplicación de los recursos públicos locales.
“Tres cuartas partes de las entidades de fiscalización superior subnacionales obtuvieron una puntuación de cinco o menos en el tema de la autonomía”, lanzó al presentar el estudio El Sistema Nacional de Fiscalización de México. Fortaleciendo la Rendición de Cuentas para el Buen Gobierno.
El fenómeno de ineficiencia en la revisión de las cuentas estatales llevó a que órganos fiscalizadores en Chihuahua, Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, Zacatecas y Durango no detectaron irregularidad alguna, a pesar de los señalamientos públicos contra funcionarios.