En Milenio, en la columna “Itinerario Político” de Ricardo Alemán se publica lo siguiente: “La fiebre de candidaturas presidenciales también ataca a gobernadores. No es novedad si decimos que avanza en esa dirección —y con muchas posibilidades— Eruviel Ávila, del Estado de México. Tampoco es nuevo que —con posibilidades reales— Miguel Ángel Mancera aspira a ser presidenciable. Lejos de las posibilidades está Rafael Moreno Valle, el delirante gobernador de Puebla que, en realidad, parece un bulto. Y uno que ha sorprendido a propios y extraños, el perredista Silvano Aureoles, de Michoacán, quien no cejará en tener su candidatura… Pero lo nuevo es la fiebre que ataca a dos recientes gobernadores en funciones. El primero se llama Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, quien hace todo no por rescatar a su estado de la depredación de Duarte, sino para lograr una posición que le permita buscar la candidatura presidencial por el PAN. Y otro al que muchos de sus compañeros de partido le ven signos de contagio de la fiebre del momento es al panista Javier Corral”.