Tres caídas no fueron suficientes para detener la rivalidad entre el Destructor Negro y el Bucanero Infernal y la disputa del cinturón de peso Semicompleto de Lucha Libre Mexicana (LLM) fue un buen pretexto para un mero pretexto para que estos elementos se dieran hasta con la cubeta sobre el cuadrilátero del Club Apolo Recio Style.
La gente respondió de buena manera a las ejecuciones de ambos encapuchados que tuvieron un final bastante polémico en contienda.
El Destructor Negro retuvo su cinturón haciendo exitosa su segunda defensa, luego de habérselo ganado al Tótem y haber superado posteriormente al exótico Estrella Divina de Triple A.
La resolución se dio porque de modo accidental Bucanero Infernal golpeó en los genitales al oponente, lo que fue decretado como un foul determinante por parte del referee en turno, “El Bambino”, quien tardó en tomar la decisión debido a que el derrotado era el luchador de casa, tras la invasión realizada días atrás por el llamado “Nene Consentido”.
El Destructor Negro hizo ver que el desafío fue complicado ante un oponente consagrado en la lucha libre xalapeña, aunque no consideró que el fallo no fue polémico.
“Todas las personas que están aquí pudieron constatar que me dio un foul, no me doblegó bien, con una llave o una sumisión, me pegó de forma ilegal.
“El referee milagrosamente lo vio, porque nos dimos cuenta que estaba de su lado, pero es el precio de venir a desafiar en el Apolo Recio Style”, expresó el campeón.
En tanto, Bucanero Infernal exigió una revancha, pero ya no con un cinturón de por medio, sino que las capuchas se pusieran en juego.
“Ganar o perder hoy no me interesaba, yo quise poner en claro quién es el Bucanero Infernal; el joven se queja de un foul que no cometí, le pegué en la parte interna de la pierna.
“Pero a mí lo que me interesa es su máscara, no pienso perseguirlo porque sería darle importancia, él sabe dónde encontrarme, al Apolo ya lo adopté como mi nueva casa”, subrayó el Bucanero.