Los programas para combatir la pobreza en nuestro país, han resultado ser un verdadero fracaso y las cifras así lo demuestran ya que en Chiapas el 65.5 por ciento de su población vive en situación de pobreza; en Oaxaca un 59.7 por ciento de su población; Guerrero en un 59.3 por ciento; Veracruz en un 50.7 por ciento y Puebla en un 50.1 por ciento, por solo citar a los cinco estados de la república en donde más de la mitad de sus habitantes sufren la condición de pobreza que ningún programa oficial ha podido disminuir o erradicar de plano.
El CONEVAL se niega a dar su aval a las cifras que reporta el INEGI, ante la manipulación de la medición de pobres que hoy se presenta con una falsa disminución de once millones, cantidad injustificada hasta hoy que echa por tierra los avances que para justificar millonarias cantidades de dinero del gasto público se aplican en los programas sociales.
El CONEVAL en 2014, ubicó al estado de Veracruz en segundo lugar de pobreza a nivel nacional con cuatro millones seiscientos treinta y cuatro mil doscientos treinta y nueve personas, solo superado por el Estado de México donde viven ocho millones doscientos sesenta y nueve mil ochocientos cincuenta y dos; en el año 2015, el CONEVAL se niega a reconocer la disminución que reporta el INEGI de la población en situación de pobreza, que sin variar los lugares primero y segundo de los treinta y dos estado del país, registra para Veracruz la existencia de cuatro millones noventa mil doscientos veintiséis pobres y para el Estado de México la cifra es de seis millones ochocientos noventa y un mil seiscientos ochenta y un pobres; el manejo político de atención a la pobreza, tiene mucho que ver en la manipulación del voto mayoritario que por hambre sirve para el clientelismo de los partidos políticos en cada proceso electoral, de ahí el engaño y la manipulación que ponen al descubierto la corrupción y opacidad de quienes manejan los presupuestos asignados a dichos programas.
Por otra parte, además de pobreza y marginación de más de la mitad de la población en las entidades del sur sureste de México, la violencia se ha generalizado hasta tocar a la autoridad más cercana al pueblo, que resultan ser los presidentes municipales, unos amenazados por el crimen organizado, otros pagando cuotas por «derecho de piso» y unos más sufriendo levantones, secuestros y homicidios proditorios, que han obligado a los Presidentes Municipales a solicitar la intervención directa del Secretario de Gobernación para organizar un frente común contra los grupos delictivos para erradicar inseguridad y violencia.
Y aún con el complicado panorama que se observa en el ámbito municipal, la lucha por la renovación de los 212 ayuntamientos veracruzanos, se dará con gran fuerza entre los partidos, candidatos, caciques y grupos de poder que tratarán de ganar las alcaldías, más que para lograr el bienestar colectivo de la población, será para aprovecharse de los recursos públicos de los gobiernos municipales.
Entre los griegos quienes decidían dedicarse a la política, era porque consideraban esa actividad como una forma de pensar, de sentir y de relacionarse con otros ciudadanos, prevaleciendo el principio de igualdad entre quienes contendían para formar parte de la asamblea, consejo de los quinientos o para ser pretor o magistrado, requiriéndose entonces contar con un atributo indiscutible que consistía en la » persuasión » donde bajo el principio de igualdad entre el hablante y los oyentes se fueron definiendo los destinos de los participantes, sin que influyera en la mayoría de los casos la riqueza, la belleza o la inteligencia.
Vivir en la polis era un orgullo para los griegos que obedecían libremente su ley y salir exiliado de la Atenas constituía una muerte cívica para quien era condenado al ostracismo.
La racionalidad era un atributo inherente al hombre quien se veía reducido al mundo animal cuando sucumbía a las pasiones ubicándose en una categoría inferior entre sus congéneres y cuando el orgullo o la arrogancia los hacía creerse dioses, perdían la visión de sus limitaciones humanas sufriendo como venganza de los dioses su propia destrucción; tales reflexiones tomadas de la brevísima introducción a la política de Kenneth Minogue, cobran relevancia y plena vigencia hoy en la política nacional y estatal.
Quien quiera sobresalir en política, debe entender de una vez por todas, que gobernar significa debatir las ideas y proyectos en beneficio del pueblo y no en beneficio propio.
Se pagan impuestos por los contribuyentes, para sufragar los gastos públicos del estado mexicano, pero nunca deben utilizarse los ingresos públicos para provecho personal.





