Con lágrimas en los ojos y sus puños cerrados, doña María del Rosario Vargas, madre de un niño de 12 años de edad que padece cáncer y que es atendido en el hospital de Alta Especialidad en Veracruz, describió la impotencia, coraje y tristeza que ha sentido desde el día que se enteró, que a los niños se les administraba agua destilada en lugar de quimioterapias como parte de su tratamiento.
Aseguró que fue un acto vil atentar contra la vida de un menor pues aunque dijo que su hijo está logrando vencer esta enfermedad pese a las carencias en el centro médico, sabe que muchos niños y niñas recayeron en los últimos años, algunos incluso perdieron la vida posiblemente por esta negligencia.
“Es una impotencia porque se pone uno en su lugar, imaginase que a mi niño le hubiera tocado eso, no es el momento de mi niño gracias a Dios, pero si duele, duele bastante porque uno se pone en el lugar de esas madres y no es justo, no es justo”, lamentó.
Doña María mientras intentaba hablar sin que se le quebrara la voz, cerraba los ojos para evitar que las lágrimas escurrieran en su rostro, pero fue imposible que contuviera el llanto, pues dijo que llegaban a ella recuerdos del lamentable estado en el que se encontraban hace unos meses los niños con cáncer del HGV.
“¿Sabe lo que uno lucha con la criaturita? y ponemos toda la confianza en los doctores, en la medicina y que resulte que tu hijo está recibiendo eso, que su cuerpo está recibiendo eso, no es justo, no es justo”
Señaló que aún no logra comprender las razones por las que el responsable de estos hechos actúo, poniendo en riesgo a niños que luchan cada día por su vida, pese a las carencias hospitalarias.
“¿Y si fuera su hijo? cómo es posible que el gobierno haya hecho esto, las autoridades que hayan permitido esto, que nos estén engañando, uno con el dolor y todavía recibir esa noticia, es una impotencia muy grande, doble dolor todavía y no se lo desea uno a nadie”
Nos compartió que aún recuerda a niños, algunos ya adolescentes, que perdieron la batalla, madres con las que compartió horas en el hospital y que regresaron a casa solas, pues sus hijos fueron víctimas de esta enfermedad. Hoy a raíz de las declaraciones del gobernador del estado, ella y otras madres atribuyen la muerte de los niños a la falta de quimioterapias reales.
“Uno va con la confianza de que va a mejorar tu niño, para su bien, ¿y qué le hagan eso? en vez de hacerle un bien le hacen un mal y en vez de que el avance le atrasan la enfermedad y es una injusticia muy grande”
Doña María pide justicia, que se castigue al responsable, que se aplique la ley en contra de quien haya atentado con los niños, aunque sabe que eso no borrará el dolor de quienes perdieron a un hijo a causa de esta situación.
