Un saldo de 67 muertos y 115 heridos dejó ayer un ataque suicida perpetrado con un camión lleno de explosivos contra un campamento militar en la localidad de Gao, en el noroeste de Malí, informaron funcionarios locales.
La cifra provisional de víctimas presentada por el ejército maliense es de 67 fallecidos, incluido el agresor y 115 heridos, aunque fuentes médicas dieron cuenta de hasta 70 decesos y advirtieron que el número aumentaría debido a la gravedad de algunos lesionados.
El ataque se registró la mañana de ayer en el campamento base del Mecanismo Operativo Conjunto en Gao, hogar de soldados malienses y ex combatientes que firmaron un acuerdo de paz con el gobierno en 2015 para frenar la violencia en la región.
AUTORÍA. Militares y ex rebeldes llevan a cabo patrullajes conjuntos para combatir —en virtud del acuerdo de paz— a los extremistas en el intranquilo desierto del norte del país, de acuerdo con reportes del sitio web de noticias Africanews.
Hasta ahora nadie ha reivindicado el ataque, pero las autoridades sospechan de los rebeldes islamistas que habitan en el desierto, los cuales iniciaron una rebelión en enero de 2012 y en abril siguiente proclamaron la independencia del estado de Azawad, en el norte de Malí.
El vehículo bomba entró por la fuerza en el campamento en torno a las 9 de la mañana, cuando cientos de combatientes se congregaban para una reunión, según testigos.
Horas después del suceso aún se veían cuerpos desmembrados en el lugar.
LUTO. De acuerdo con los reportes, el camión-bomba llegó al campamento a la misma hora en que cientos de hombres se reúnen para comenzar los patrullajes, el conductor engañó la vigilancia y entró al lugar.
El gobierno del presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, declaró un periodo de luto de tres días tras el atentado, considerado como el peor registrado en años.