Ya va apareciendo el “peine” del odio desbordado del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hacia todo lo que tenga que ver con México.
Resulta que el magnate fue demandado a finales de la década pasada por unas 200 personas que perdieron más de 20 millones de dólares que invirtieron en la compra de unos departamentos que conformarían el desarrollo inmobiliario “Trump Ocean Resort Baja Mexico”, que se iba a ubicar en Punta Bandera, en el municipio de Tijuana, Baja California, y que fracasó cuando el mercado de bienes raíces en Estados Unidos colapsó.
Trump y sus hijos Ivanka y Donald Jr fueron demandados por los inversionistas defraudados, proceso que llegó a su fin en 2013, a través de un arreglo confidencial entre las partes.
Así que por ahí viene la cosa. Y ya desde entonces se le veía lo chapucero.
