No cabe duda que en política no hay congruencia que valga cuando de privilegiar intereses se trata. Y generalmente les aplica a quienes más baños de pureza se dan.
Por ejemplo, el “impoluto” líder del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, acaba de nombrar como parte de su equipo a Esteban Moctezuma Barragán. El mismo a quien siendo secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo tildó de mentiroso porque no le cumplió su capricho de anular las elecciones de gobernador de Tabasco en el ahora lejano 1995.
Veintidós años después, el “Peje” cambió su percepción sobre Moctezuma, a quien nombró como encargado del rubro de Desarrollo Social en su equipo, quizás porque en el mismo sexenio de Zedillo también ocupó esa cartera, además de que al dejar el gobierno estuvo a cargo de la Fundación Azteca de Ricardo Salinas Pliego, el dueño de TV Azteca.
Pero bueno, si López Obrador recicló a Manuel Bartlett…





