Vaya que la diputada local panista María Josefina Gamboa Torales ha demostrado que no conoce de lealtades cuando no se hacen las cosas como ella dice.
La primera muestra la dio cuando se le fue a la yugular a Jorge Winckler cuando asumió como encargado del despacho de la Fiscalía General del Estado, a pesar de que fue su abogado y la sacó de la cárcel luego de que atropelló y mató a un peatón, sólo porque no metió a la cárcel a Luis Ángel Bravo Contreras y con ello saciar sus ánimos de venganza.
Su siguiente embate lo dirigió a la Comisión de Atención y Protección a Periodistas, donde creía que iba a tener el control. Pero como no fue así, ha sido la instigadora de los ataques contra los comisionados y el secretario ejecutivo, a pesar de que muchos de ellos se solidarizaron con su causa cuando estuvo en la cárcel.
La última de sus deslealtades fue ni más ni menos que con su protector político, sin cuyo impulso nunca habría sido diputada y quizás hasta siguiera en prisión: el mismísimo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a quien acusó de proteger a las mafias de transportistas porque vetó su iniciativa de reforma a la Ley de Tránsito y Transporte para autorizar que mototaxis brinden servicio de transporte público, medida que ha sido severamente cuestionada hasta por organismos civiles por el riesgo que entraña permitir esta modalidad.
A este paso, “Maryjose” va a terminar de aliada del que viene de Barcelona.
