Se enojó la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, luego del patético punto de acuerdo en el que al Congreso del Estado se le hizo fácil pedirle que dejen de apoyar a sus estudiantes en el extranjero y de aplicar sus evaluaciones a través del Ceneval.
Sarita le dijo a los diputados que los asuntos académicos no son de la competencia de ningún órgano externo, incluido el Congreso del Estado, y que en cambio, sí es obligación de los legisladores votar el tema de la autonomía presupuestaria de la Universidad Veracruzana, porque ya se estaban haciendo “guajes” y no lo han incluido en ninguna de las sesiones del periodo ordinario, que está por concluir.
Y la verdad sea dicha, esta vez le asiste la razón a la rectora de la UV. Pero qué se puede esperar de una Legislatura con tan bajo nivel como el de la actual.