Resulta que desde la semana pasada, la activista por los derechos de los animales y abierta opositora a la reforma legal que permita las peleas de gallos en el estado, Aracely Jiménez, ha sido víctima de mensajes amenazantes enviados a sus redes sociales para intimidarla y obligarla a desistir en su actividad.
La representante de la Red de Animalistas de Veracruz manifestó que en dichos mensajes incluso han usado fotografías de su hija menor de edad para amedrentarla, y acusó de estos actos a criadores de gallos de pelea que buscan reformar la Ley Estatal de Protección Animal, que prohíbe estos espectáculos en Veracruz.
Aracely Jiménez también vinculó con las amenazas que ha recibido al diputado panista Daniel Olmos, quien precisamente promueve esa reforma legal que permita las peleas de gallos en la entidad, y a quien se etiquetó en uno de los mensajes intimidatorios, por lo cual lo responsabilizó de cualquier agresión que sufra en su persona, su familia y sus bienes.
No cabe duda que la violencia genera violencia. Y peor cuando hay dinero de por medio. Ahí no hay militancia partidista que valga. Aunque se den golpes de pecho y vayan a misa diario.
