ANTE EL ESCENARIO POLÍTICO DEL EDOMEX, MÁS DE LO MISMO

En tanto los partidos políticos en México, gastan sus propias energías y cortas inteligencias en la búsqueda del poder político; en vez de actualizar sus plataformas electorales con proyectos comprometidos con la población, para mejorar la calidad de vida de los gobernados, el rezago social aumenta y bajo cualquier pretexto busca salida, para expresar el “mal humor social”; porque todos aspiramos a vivir bien, en un ambiente sano, con oportunidades de empleo, educación, salud y desarrollo, entendiendo que esa es la única forma de superar rezagos y avanzar a la conformación de una nueva sociedad. Pero como a nadie se le ha ocurrido traer al debate y discusión de las ideas, las mejores propuestas de los partidos y candidatos, para al margen de los dimes y diretes y de la política de denuncia criminal, delinear proyectos a mediano y largo plazo, transformadores del entorno que nos ha tocado vivir; necesitamos que desde la sociedad civil y desde lo local se fortalezcan los enlaces ciudadanos, haciendo a un lado a los falsos profetas que dirigen los partidos políticos en México, quienes con sus complicidades al más alto nivel político, han logrado moches y prebendas vergonzantes, que no están dispuestos a perder en aras de un proyecto democrático, que acabaría con los intereses creados.

Y de los procesos políticos en puerta, cuyas elecciones habrán de celebrarse el primer domingo de junio; llama poderosamente la atención la alternancia política que podría darse en el Estado de México, donde el padrón electoral reporta la más grande base de sufragantes, cuya influencia para llegar a los Pinos en 2018, resulta definitiva. Dos son los escenarios que se esperan en Edomex; donde el PRI se mantiene invicto en la elección de gobernador; puesto que en cada elección ha resultado triunfador el candidato tricolor, respaldado por el cacicazgo de los integrantes del influyente grupo político de Atlacomulco, al que pertenece y dirige desde lo oscurito, el Presidente de la república Enrique Peña Nieto. Si hubiera una decisión democrática, donde el pueblo expresara con plena libertad sus preferencias electorales, seguramente la elección estaría perdida para Alfredo del Mazo; quien no puede justificar los errores de su padrino y pariente político, responsable del pasado incremento en las gasolina y del imparable golpe al bolsillo de los mexicanos, que vendrá el próximo fin de semana. Pero como la compra de votos, las traiciones políticas y los arreglos amarrados desde el más alto nivel político, deciden siempre por el pueblo, podría esperarse la derrota de Del Mazo y el triunfo de Josefina Vázquez Mota por el PAN; dado el antecedente de los mil millones de pesos que recientemente le entregó (con autorización de nadie) el propio Presidente Enrique Peña Nieto “Juntos Podemos”; donativo que tendría el propósito de apoyar a migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos; pero cuyas cifras coinciden en lo presupuestado para los gastos de una buena campaña política por todo el Edomex y sus ciento veinticinco municipalidades. Lo que daría como resultado la transición anticipada de los Pinos para 2018 y el pago de factura para quien cedió el paso en 2012 al esposo de Angélica Rivera.

Mientras MORENA participe a distancia del PRD, Movimiento Ciudadano y otros grupos identificados con la izquierda, pocos resultados favorables se verán para la causa de AMLO y su Delfina (así se llama la candidata de MORENA). Ahora que de los ciento veinticinco municipios en que se divide el Edomex en ciento veinte ha operado la alternancia política, en unos los económicamente poderosos del gobierno municipal ha recaído en los candidatos del PAN; y en otros en los municipios más poblados, pero con menos recursos económicos, las elecciones municipales han recaído en los caciques de las tribus perredistas. Por lo visto, la elección en el Edomex será “más de lo mismo” y los gasolinazos, el muro y la repatriación de migrantes, políticamente no afectarán a la figura presidencial, suceda lo que suceda en los próximos días en el horizonte de la política exterior y de la diplomacia.

Las grandes concentraciones humanas del país; las ciudades de mayor hacinamiento habitacional y por consiguiente, demandantes de magnas obras proveedoras de bienes de consumo básico y servicios públicos, se ubican en la Ciudad de México y el cinturón de municipios y comunidades rurales que la circundan por el Edomex. Todos los días nuevas construcciones se levantan en el altiplano, para ofertar viviendas para todos los estratos sociales; y todos los días se construyen nuevos colectores y distribuidores del agua potable para sus habitantes; así como las grandes vialidades, segundos y terceros pisos; anillos periféricos y extensiones a las líneas del metro y de trenes urbanos, que cubren la necesidad de transporte al grueso de la población. También han aumentado el número de personas que utilizan la vía aérea para transportarse en la ciudad de México y el Edomex, entre poderosos ejecutivos de la IP y políticos vigentes y en desgracia, como JD el depredador del erario de Veracruz. La infraestructura hospitalaria y de salud, ha sido superada por la demanda ciudadana y el derecho a la educación; acceso a los servicios de justicia; seguridad y tranquilidad social, siguen insuficientes e inmersos en una gran corrupción, que quedará en espera de que el sucesor de Peña Nieto, se decida a implantar las leyes anticorrupción, que constituyen una promesa incumplida desde la campaña política presidencial de 2012.

Y en un contrasentido, la política alimentaria del gobierno federal, recurre al programa “Cruzada Nacional contra el Hambre”; cuya responsabilidad fue puesta en manos de Rosario Robles Berlanga, ex dirigente nacional del PRD, quien con bombo y platillo anunció que aplicaría un enfoque “integral en materia de alimentación, salud, educación, vivienda e ingresos”, teniendo como eje central la “autogestión y el capital social” de la comunidad como parte del empoderamiento de las personas a las que convertiría (según Rosario Robles) en protagonistas de su propio desarrollo. Demagogia pura y fraude mediático y real, puesto que el clientelismo político prevalece en lo que parecía ser una propuesta colmada de buenas intenciones. La falta de planeación familiar, sigue produciendo hogares con madres solteras, que cargan con un número de hijos entre cinco y siete, porque de conformidad con dicho programa programa “mientras más hijos, mayor es la dádiva económica mensual” y por tanto en vez de un adecuado programa de control natal, se procura la decisión libre de la mujer, para procrear de acuerdo a su libre albedrío, el número y espaciamiento de sus hijos.

La paradoja en la política alimentaria de México, se da cuando al conocer los registros de población del INEGI, se sabe que no hay crisis alimentaria; que lo que existe es una “deficiencia en la distribución de los alimentos”; y que esa deficiencia, ha generado una “epidemia de obesidad”, que ocasiona graves trastornos en la salud de los niños y jóvenes enfermos de diabetes y otros males y llenos de complejos por el bullyng que sufren, sobre todo en los espacios educativos a los que asisten. La calidad alimentaria; la cantidad de suministro por persona; y la variedad con que llegan al consumidor, además de la mala planeación oficial para subsidiar a la población marginada, no escapa a la corrupción, para la que el ingenio burocrático siempre encuentra las formas de obtener un ilegal beneficio o un provecho personal protegido por los intereses creados.