Las cuatro canciones que marcaron la evolución del rock

Hace 50 años, en 1967, era un tiempo de cambio. Lo había cantado Bob Dylan. Ese año la transformación de la música popular dio un salto que definió las estelas de lo que sería en las siguientes décadas mediante la publicación de canciones como “Purple Haze”, de Jimi Hendrix; “Sunshine of Love”, de Cream; “A Day in the Life”, de The Beatles, y “Light My Fire”, de The Doors. ¿Pero cuál es la importancia de éstas?: sus riffs.

Esa línea que es base de esas canciones y que se van repitiendo en toda pieza, especialmente en “Purple Haze” y “Sunshine of Love”. Los músicos como Eric Clapton y Hendrix supieron usar este recurso técnico de la música para crear dos fraseos que sentaron las bases de lo que después sería el rock pesado, e incluso la experimentación.

Por un lado, el riff de Hendrix se destaca tanto por ese contrapunto que lleva, pero además por esa sensación de experimentación que tiene en su desarrollo; mientras que “Sunshine of love” marca el camino que seguirán muchos grupos para crear sus canciones. Ese sonido pesado, lleno de blues, ensamblado en los espesos de una música que vitaliza cualquier cuerpo presa de la inacción.

Mientras, “A Day in the Life” tiene muchas aristas en cuanto a composición, armonía y, sobre todo, de experimentación. Si bien es una pieza arreglada para orquesta sinfónica, no hay que meterla en ese término tan malo como rock sinfónico, que no existe.

Dos puntos que han influenciado a muchos grupos son esa complicada composición y experimentación que hacen The Bea­tles en el estudio y, por supuesto, su apoteósico final de una nota sostenida hasta su final, es una nota Mi a cuatro pianos.

Por lo que se refiere a “Enciende mi fuego”, muestra cómo la apropiación de otros ritmos, en este caso los latinos, puede llevar al rock a la gran fiesta, ese juerga donde la calidad técnica de The Doors hace que esta pieza sea una las primeras en mostrar lo que sería la gran fiesta de la música, como fueron los conciertos de Woodstock, la Isla de Wight, por citar sólo algunos.

Estos temas han traspasado generaciones, ya que formaron a la juventud, para muchos han sido la banda sonora de su vida, porque la música es poesía que transmite experiencias, es la razón que hace trascender a las obras, los discos, las canciones y, por ende, a los creadores.

Hace cinco décadas la polémica banda The Doors lanzaba en enero su álbum debut, en el cual incluyó el tema “Light My Fire”, el cual fue escrito por Robby Krieger. Es un ejemplo para el rock psicodélico, con un principio de jazz, con impresionantes solos y fue por esto que la canción fue acortada de siete a tres minutos para su versión de la radio.

La canción describe a una pareja “llegando alto” (getting high), un término local para expresar la sensación eufórica de los efectos de la droga, letra que causó polémica, inclusive en un show de televisión quería ser censurada, pero la irreverencia de Morrison no lo permitió y de ahí iniciaba la leyenda de Jim.

Se ha descrito que “Light My Fire” tiene una progresión armónica y ritmo pegajoso. Según el crítico de música y columnista de la revista Marvin, Hugo García Michel, “’Light My Fire’ no es la mejor composición de The Doors, pero sirvió para hacerlos mundialmente conocidos y presentar a un personaje provocador llamado Jim Morrison”.

Chava Rock, quien escribe para la revista Rolling Stone aseguró: “Es un himno, es una joya que lleva un sentimiento especial en el que lucen todos los músicos; en especial valoro mucho la aportación de Manzarek al rock. Cuando sientan que el rock está apagado, siempre se pueden decir las palabras mágicas: vamos, nena, enciende mi fuego.

“Por supuesto que cualquiera que haya escuchado en vivo ‘Light My Fire’ debió salir transformado. Por ejemplo, cuando escuché en vivo en México a The Doors, con Ian Astbury (voz de The Cult), fue una grata experiencia. Un juego de emociones donde pasado y presente se alinean para entender que el futuro es ahora”, abundó.

La revista Rolling Stone eligió “A Day in the Life”, compuesta por John Lennon y Paul McCartney, como la mejor canción de la banda británica The Beatles, entre una lista de 100 de sus temas.

En esa publicación se definió al tema incluido en Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), como “la mejor colaboración” entre Lennon y McCartney, pese a que no fuera reconocida “como la obra maestra de la banda hasta los años 80”.

“A Day in the Life” incluye distintos fragmentos que fueron escritos por Lennon y McCartney por separado, pero después lo hicieron con la colaboración de una orquesta adicional, siendo ésta una de las últimas veces en que realizaron una canción juntos como en sus primeros años.

La letra de Lennon estaba inspirada en artículos periodísticos de aquella época, McCartney se inspiró en su juventud. La decisión de terminarla con un acorde sostenido de piano se ideó después de que la canción fue grabada.

Según García Michel, el tema de la banda originaria de Liverpool es “el mejor tema, del que quizá sea el mejor álbum en la historia del rock; el cual mostró la manera de producir una composición por medio de los diversos recursos que por aquel entonces poseía un estudio de grabación.

“Además de tener una letra plena de lecturas diversas. Es una canción absolutamente inteligente, en la que el productor y arreglista George Martin tuvo muchísimo que ver”, consideró Michel.

Mientras que Chava Rock confiesa, “no soy tan Beatle, los escucho muy poco, pero es evidente que muchas bandas siempre tienen algo Beatle en su estructura. De esta rola me gustan esos dos mundos que crearon McCartney-Lennon, un matrimonio que unió la música y separó el destino.

“‘A Day in the Life’, de The Beatles, es una zanja que ensanchó el grupo, que se convirtió en un mar, donde han navegado miles de bandas posteriormente”, abundó el periodista.

El 26 de diciembre de 1966, Jimi Hendrix terminó la canción “Purple Haze”, en el backstage de un club inglés llamado Upper Cut, el cual está incluido en el álbum Are you experienced? Según palabras del propio Hendrix, él soñaba mucho, y muchas de las cosas que soñaba, las trasladaba a las letras de sus canciones.

Hay muchas versiones y una asegura que la creación de este tema fue tras un ácido que había consumido y ver en un comic a una mujer que lanzaba un rayo púrpura, sobre el cerebro de un hombre y se apropiaba de su mente.

Así fue como Hendrix, quien tenía un riff perfecto para hacer una canción, consiguió la letra de la misma. Hugo García Michel asegura que “Purple Haze” trajo al rock un estilo denso, pesado, cínico, sensual y provocador de hacer música de manera casi minimalista.

Para Chava Rock, Hendrix “nos remite a esa etapa de búsqueda de cuando la psicodelia llegó al rock, es un gran viaje. Al escuchar la canción puedes ver claramente una aparente historia de amor se puede transformar en una comunión con otras dimensiones. Sí, es como subir al cielo y ver que no es azul, sino morado”, finalizó.