Atrás quedó el viejo discurso de aplicar el dinero público para beneficio de la sociedad en su conjunto; en estos tiempos, tal como lo dijo AMLO en su última visita a Xalapa, el manejo honesto y transparente de los recursos públicos no es una gracia de quienes aspiran a un cargo público, que merezca el aplauso popular y el reconocimiento. ¿Desde cuando se debe honrar al funcionario público que cumple con sus obligaciones de honestidad, transparencia y rendición de cuentas? Es una obligación ética-pública no llevar a su patrimonio el dinero que proviene de los impuestos y que lleven como destino el gasto público; no el bolsillo de los ladrones del PRIAN.
El asombro con el sinfín de denuncias presentadas en contra del doctor Javier Duarte de Ochoa y su gabinete; está dejando de ser la esperanza del pueblo para acabar con la corrupción; en los más de cien días que le contabilizan de huida a JD, cayó el ex gobernador panista Guillermo Padrés; y todos los demás ex gobernantes de los estados donde fue derrotado el PRI, se encuentran perseguidos por la justicia, incluido el de Movimiento Ciudadano y sus aliados el PAN y el PRD de Oaxaca, Gabino Cue Monteagudo, sin que se puedan borrar de la lista el acalambrado gobernador Rodrigo Medina de Nuevo León; Cesar Duarte Jaquez de Chihuahua; Roberto Borge Ángulo de Quintana Roo; Jorge Herrera Caldela de Durango y Egidio Torre Cantú de Tamaulipas. Ahora resulta, que no importan las siglas, es la clase política mexicana la que se encuentra en pleno estado de descomposición, sin remedio a la vista; favorecida con la cortina de humo extendida por Donald Trump y aprovechada desde los Pinos, para distraer la atención de los reclamos populares en nuestro país, hasta hoy sin respuesta oficial del gobierno. Apenas dejó el cargo el autodenominado precandidato presidenciable del PAN, ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle; y ya comienzan las denuncias de corrupción en contra de su gobierno y del propio ex gobernador, por el endeudamiento multimillonario que tendrá que pagar su sucesor Tony Gali, quien sin duda por el breve espacio de dos años que ocupará la Casa Puebla, le resultarán insuficientes hasta para renegociar la deuda del que se fue.
De Javier Duarte, lo único que tenemos que esperar, es que regrese todo lo que se robó y que alcance en la cárcel de Pacho a su equipo de sinvergüenzas delincuentes que van a caer con el triunfo de MORENA en las próximas elecciones, comentó uno de los seguidores de AMLO, a la vez que recordaba tres mitines de campaña anteriores, rebasados en asistencia de xalapeños para apoyar al mesías Andrés Manuel, quien retrasaba su llegada al mitin de la Plaza Lerdo, interrumpido en su trayecto por sus miles de simpatizantes, según comentó otro de sus cercanos, que formaba parte de la avanzada.
A cuatro meses de concluir el proceso electoral de Veracruz, los votantes ya decidieron quién ganará; y por todo Veracruz el triunfo será de los candidatos de MORENA. La desesperación que hoy se apodera de los abanderados del PRIAN refleja el triunfo de MORENA. Una mujer (activista y adoradora de AMLO), expresó mientras iniciaba el mitin del domingo pasado en plaza Lerdo, que el trabajo de todos los militantes y simpatizantes del Movimiento Regeneración Nacional, tendrá que darse el día de la jornada electoral, para evitar la compra de votos, el robo de ánforas, la entrega de despensas y el cambio de las urnas embarazadas y de las actas de cómputo.
Otros más del equipo del tabasqueño, insistía en la “capacidad de convocatoria de AMLO” y hasta comentaban que ni Cuauhtémoc Cárdenas había logrado “juntar” a tanto simpatizante, abarrotando plazas sin “acarreos”de los que inventó el PRI y perfeccionó el PAN.
Por otro poco y se desbordan los ánimos “para terminar a golpes y sombrerazos, cuando a un joven se le ocurrió comentar en voz alta lo siguiente: “parece que no piensan, y así, nunca van a ganar; lo que importa al final, es llenar ánforas, no llenar plazas”; la primera que le reclamó fue una maestra, conocida por su activismo en el área de Humanidades de la Universidad Veracruzana, y le dijo “cállate imbécil, no sabes lo que dices”, agregando enseguida y señalándolo con índice de fuego, para decir: “eres infiltrado”, “eres del PRIAN; cuánto te pagan” y el coro de los presentes abucheó al joven con gritos de traidor, vendido, infiltrado, mal nacido y hasta calificativos impublicables , que hicieron que saliera huyendo del lugar, el que se atrevió a opinar en contra de los más fervientes defensores de la libre expresión de las ideas.
En eso se anuncia el arribo del indiscutible líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, cuya presencia en la plaza Lerdo de Xalapa y ya entrada la noche y casi en plena oscuridad, los reflectores le permitieron brillar, más que si hubiera llegado al escenario el filósofo de ciudad Juárez. Sin duda Xalapa confirmó por enésima vez y para beneplácito, entre otros, del diputado federal Cuitláhuac García y del dirigente estatal de MORENA Manuel Huerta, que la tarea que les espera, para llevar al triunfo a los candidatos de MORENA, deberá concretarse a llenar ánforas y cuidarlas el día de la jornada electoral, pues para llenar plazas públicas no los necesita AMLO; por sí solo arrastra multitudes.